jueves, 28 de agosto de 2008

Hacer Carreteras en el Perú

Quizá usted se pregunte por qué el Perú no tiene una red de carreteras tan extensa como otros países. La siguiente foto satelital puede ayudar a responder en parte su inquietud.

Corresponde a la carretera Nazca-Puquio-Chalhuanca-Abancay-Cusco, que une la costa peruana con la capital arqueológica de América, y que, felizmente, ya está totalmente asfaltada. La imagen corresponde al tramo Puquio-Chalhuanca, al sur del departamento de Ayacucho.


El alucinante serpenteo de las carreteras peruanas (hacer click para ampliar).

En un territorio llano, se podría haber evitado esos extensísimos recorridos en zig-zag, y quizá se habría incurrido en tan sólo la mitad o la tercera parte del costo. Pero nuestros Andes nos imponen esos alucinantes diseños, de avance lento y fatigoso y de escalofriantes abismos. Muchas veces ni siquiera permiten túneles que acorten la distancia, pues la pendiente, que sería excesiva e insoportable para cualquier vehículo, requiere esas caprichosas formas que la vayan atenuando.

No queda, pues, más que adecuarse a la realidad y elaborar esos diseños carreteros, verdaderas obras maestras de la ingeniería.

Afortunadamente, ya son varias las vías que han logrado penetrar y traspasar la barrera andina. Aparte de ésta, también lo hacen la de Olmos-Tarapoto, en el norte; la carretera central, que parte desde Lima y llega a Huancayo; la vía de Los Libertadores, que une Pisco y Ayacucho; la que enlaza Arequipa con Cusco; y la que partiendo desde Ilo llega hasta Desaguadero, a orillas del lago Titicaca. En todas ellas se puso a prueba la tenacidad de nuestros ingenieros de caminos, y éstos lograron vencer a la inmensa montaña.

Y ni qué hablar de la Longitudinal de la Sierra, que para cumplir su objetivo de interconectar cientos de pueblos del interior, recorre la sierra casi de punta a punta, en una épica travesía entre enormes cumbres nevadas y terroríficos barrancos. Es el Perú.

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