Todo definido: el TLC se pone en marcha el 1 de febrero. (Fotos: Andina)
En este momento de honda satisfacción, corresponde hacer una especial mención al presidente norteamericano, George Bush, quien, en uno de sus últimos actos oficiales, firmó la respectiva resolución de promulgación. Al margen de su terrible gestión como mandatario, es innegable que en todo momento se esforzó al máximo para que el TLC se hiciera realidad. Ahora mismo, pese a estar en trance de dejar el cargo (el día anterior había dado su discurso de despedida) no quiso dejar que el plazo corriera el riesgo de extenderse (lo que parecía que ocurriría, por la intervención de algunos legisladores demócratas) y, en uno de sus últimos actos oficiales, se apresuró a estampar su definitiva rúbrica, con lo que resolvió el asunto. Este gesto, como muchos otros a lo largo del proceso, los peruanos deberemos saber valorarlo.
Obviamente, también deberemos recordar que éste fue un largo camino, que se inició en el gobierno del ex presidente Toledo, quien fue el gestor de la idea, y trató afanosamente de llevarla adelante. Junto a él estuvo un gran grupo de negociadores (encabezado por el ministro Alfredo Ferrero), que hizo su mejor esfuerzo, tanto para acelerar las cosas, como para obtener un buen acuerdo.
La gente del actual gobierno, bajo la batuta del presidente García y de la ministra Mercedes Aráoz, tomó la posta, trabajó con el mismo ímpetu, y logró llegar a la ansiada meta.
Ha sido, sin duda, un memorable proceso, y una ilustrativa lección de que, cuando las cosas se hacen seriamente, con una visión de largo plazo, como parte de una política de Estado, se puede obtener invalorables frutos.
Con ello se cierra todo un capítulo en nuestra historia del comercio. Pero en pocos días empezarán otros dos: el de intentar conquistar el gigantesco mercado norteamericano con nuestros productos, y el de aprender a sacar el máximo provecho a los bienes de capital e insumos provenientes de esta superpotencia, que ingresarán libremente al nuestro.
Tal vez este comentario venga un poco tarde pero creo que hay un error en el gráfico. El PBI de Estados Unidos sería de US$ 14.3 trillones no billones.
ResponderEliminarNo hay error, JC. Un billón equivale a un millón de millones. El PBI de EEUU es de US$ 14.3 millones de millones, es decir, de US$ 14.3 billones.
ResponderEliminarUn trillón es una cifra gigantesca, que equivale más bien a un millón de billones. Ningún PBI del mundo se acerca, ni por asomo, a esa cantidad.
Es cierto que en EEUU emplean la expresión a la que haces referencia, pero nosotros no estamos de acuerdo con su uso, sino que nos ceñimos a la definición de la Real Academia Española.
Por eso no decimos que el PBI peruano es de US$ 131 billones, como se diría en EEUU, sino de US$ 131 mil millones, como corresponde.
Ya veo, no estaba al tanto de que la distinción también se hacía en español pensaba que era sólo entre el inglés británico y americano. Gracias por responder.
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