Las tres grandes agencias calificadoras del mundo, Standard & Poor's, Fitch y Moody's, siguen evaluando atentamente el desempeño económico del Perú. Ya lo hicieron durante la buena época de la economía internacional. Ahora lo hacen en las difíciles circunstancias de la crisis. Y, tal como se puede ver, sus comentarios son bastante halagüeños.
Standard & Poor's, que nos ha confirmado el grado de inversión, con perspectiva estable, señala que lo ha hecho porque, "hasta ahora, la respuesta peruana ante la crisis ha sido apropiada, lo que ha impedido que se afecte la calidad crediticia de sus activos." Además, califica de acertado el programa anticrisis que se viene ejecutando, el cual, dijo, "comenzará a tener efectos positivos sobre la economía en los siguientes trimestres".
Luego hace comparaciones, al mencionar que "el Perú está mejor posicionado que otros países con su misma calificación (por ejemplo, la India), pues tiene más holgura fiscal para enfrentar la crisis, y no tiene vulnerabilidades muy marcadas en el sector externo". "Puede utilizar políticas de estímulo fiscal porque ha sabido ahorrar en las épocas de auge".
También señala S&P que, de mantener una respuesta positiva, "el Perú podría salir fortalecido de esta coyuntura negativa y convertirse en un país muy atractivo para las inversiones."
Según la agencia, nuestro país "ha mejorado mucho su fortaleza macroeconómica y reducido bastante sus niveles de endeudamiento, logrando un crecimiento mucho más armónico en los últimos años, pues éste no depende sólo de productos primarios, sino también del fuerte dinamismo de la demanda doméstica". “Al mismo tiempo, ha mejorado sus lazos internacionales, al suscribir acuerdos comerciales con otros países". Es decir, ahora tiene "una economía bastante abierta a las inversiones externas, y mucho más flexible que antes."
Por su parte, la agencia Fitch señala que "su sólida posición fiscal y las medidas contracíclicas en ejecución, permitirán a la economía peruana superar la crisis internacional, pese a la caída de los precios de los metales".
"El Perú es, al lado de Chile y México, uno de los pocos países latinoamericanos que tienen espacio y colchón fiscal para poder salir de la crisis financiera global". Además, "tiene una base diversificada de materias primas" que atenúan su riesgo externo.
Según la agencia, el efecto de la crisis en nuestro país será sólo temporal, de tal manera que cuando los precios de los commodities se recuperen, el próximo año, la economía volverá a crecer con rapidez.
A decir de Fitch, "el Perú tiene actualmente mejores indicadores económicos que otros países con su misma calificación". Sin embargo, advierte que" falta mejorar los indicadores sociales, que aún son bajos en comparación con aquéllos de los referidos países. Pese a los avances de los últimos años, el ingreso per capita aún es reducido, y los niveles de pobreza bastante altos."
Cabe recordar que esta agencia nos otorgó el grado de inversión en abril del año 2008, nos confirmó dicha calificación en enero de este año, y ahora, simultáneamente con nuestra última y exitosa colocación de bonos soberanos, lo ha vuelto a hacer, atribuyéndonos perspectiva estable.
Veamos, por último, lo que dice Moody's, la agencia que nos asigna la calificación más baja, a tal punto que para ella el Perú no tiene grado de inversión, sino únicamente de especulación (aunque estemos a sólo un paso de acceder a él).
Para esta calificadora de crédito, el Perú, al igual que China e India, será uno de los pocos países que se salvarán del colapso del sector externo, al tener un mercado interno que aún se halla muy fuerte, por lo que podrá alcanzar una tasa de crecimiento de 4.3%.
Según Moody's, "existe una percepción de que estos países son mercados estables y que se encontrarán en buena posición a la hora de que la economía mundial se recupere y comience un nuevo ciclo productivo". Ello debido a que “en los últimos años hicieron los ajustes necesarios para crear confianza en el inversionista”.
Estimulantes apreciaciones, en medio de la tempestad actual. Habrá que ver qué ocurre en lo que resta del año. Si mantenemos en buen nivel nuestros indicadores, podrían haber gratas sorpresas en materia de calificación, como un avance desde el nivel BBB- al BBB por parte de S&P o Fitch, o el otorgamiento del grado de inversión por parte de Moody's. Ciertamente, ello no ocurriría en este complicado e impredecible año, pero sí podría ocurrir en el próximo.
Aparentemente, la crisis estaría sirviendo como una excelente prueba de fuego para nuestro flamante grado de inversión, y podríamos salir de ella premiados con una distinción especial.
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