Megaconcierto de Oasis en el Estadio Nacional (Foto: Taringa.net)
La gente del Instituto Peruano del Deporte (IPD), por ejemplo, ha decidido que continuará con ellos en el Estadio Nacional, apenas concluya la integral remodelación y modernización a la que está siendo sometido. Ni siquiera el hecho de estar volviendo a instalar una cancha de césped natural (que requiere muchos más cuidados que una de césped artificial) ha frenado a la gente de dicha entidad, que ya sabe que con sólo extender, minutos antes del show, una cubierta protectora, se puede preservar el campo y a la vez tener un muy importante ingreso adicional.
Pero la noticia más interesante viene de la Universidad de San Marcos, que después de haber llenado la semana pasada su enorme estadio con 50 mil personas que asistieron a ver al grupo Metallica, también ha decidido apostar permanentemente por el negocio. Así, este gran coloso deportivo dejará de ser, después de décadas, un elefante blanco, subutilizado en anodinos partidos de fútbol de segunda división, con escasísimos espectadores, para pasar a ser un escenario destinado a grandes acontecimientos, lo que implicará, también, fuertes ingresos. Tan entusiasmada está la gente de esta casa de estudios, que desea adecuar las instalaciones para que no sólo puedan ingresar 50 mil espectadores, sino hasta 90 mil.
Para ello, están planeando, entre otras cosas, mejorar las vías internas de entrada y salida y construir un estacionamiento para tres mil vehículos.
Una de las mayores ventajas de este estadio radica en el hecho de hallarse muy cerca de tres avenidas: Colonial, Universitaria y Venezuela, lo que permite un ágil y rápido desplazamiento de los asistentes. Sin duda, la ampliación de la avenida Universitaria, tan obstaculizada en algún momento por la misma universidad, facilita las cosas.
Así se preparó San Marcos para el megaconcierto de Metallica
Lo más importante de esta historia es comprobar que, ante la escasez de recursos para llevar a cabo sus actividades, y ante la presencia de una magnífica oportunidad, tanto el IPD como la Universidad de San Marcos han decidido actuar, y de la manera más inteligente, comprendiendo que los activos públicos no deben permanecer inmovilizados o subutilizados, sino más bien convertirse en fuentes de ingresos permanentes, proveyendo a sus entidades propietarias parte de los dineros que tan urgentemente requieren, entre otras cosas, para mantener en óptimas condiciones los propios estadios.
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