Finalmente, salió el resultado, y es mejor de lo que la mayoría de analistas esperaba. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el producto bruto interno (PBI) de diciembre creció a la respetable tasa de 6.38% y permitió que la economía peruana acumulara una expansión anual de 1.12%. Con ello, esta se inscribe oficialmente entre las pocas de América Latina y del mundo que escaparon a la recesión derivada de la crisis financiera internacional y lograron expandirse siquiera escasamente.
Lo más destacable de diciembre es que el crecimiento fue casi generalizado, pues únicamente cayeron la Minería y la Pesca. Sobresalieron los desempeños de la Construcción (en camino de volver a ser el motor de la economía) y de los sectores Financiero y de Seguros y Servicios Gubernamentales.
Otro elemento muy importante del último mes del año fue el crecimiento, por fin, de la Manufactura, tras largos meses de haberse convertido (debido a la presencia de cuantiosos inventarios) en un pesado lastre para el PBI. Si bien el sector acumuló una severa caída anual, de 7.18%, sus perspectivas se comienzan a tornar favorables.
En fin, estos números ya son historia, y reflejo de un año complicado que, felizmente, no tuvo en el Perú los duros efectos que sí tuvo en otros países. Lo importante es que ya se percibe una clara recuperación, que, a medida que sea cabalmente interiorizada por todos los agentes económicos, con una creciente fe en el mediano plazo y con renovadas decisiones de compras (por parte de los consumidores) y de inversiones (por parte de los productores), permitirá darle cada vez más velocidad al carro de nuestra economía, hasta recobrar, ojalá, una muy parecida a la que se vio hasta el año 2008.
Ya comenzamos a subir! :)
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