Al iniciarse la década de 1990, la deuda externa se había convertido en un grave problema en toda América Latina. Imposibilitados de honrar (a causa de irresponsables y dispendiosas políticas de gasto público) los cuantiosos compromisos asumidos en las dos décadas previas, casi todos los países de la región sufrieron aparatosas caídas de su reputación financiera, perdiendo el acceso a los créditos y viendo alejarse la inversión extranjera.
Felizmente, desde entonces la gran mayoría de ellos emprendió importantes programas de ajuste y de disciplina fiscal, gracias a los cuales hoy su situación financiera luce notablemente mejorada, y la deuda, habiendo devenido bastante manejable, ya no constituye un gran problema.
Esto se puede comprobar en los siguientes datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), extraídos de su Estudio Económico 2009-2010 de la región. Mediante ellos se puede ver el peso de la deuda pública externa de cada país frente a su respectivo producto bruto interno (PBI). Si bien en algunos casos los niveles aún son altos, no se comparan con los de décadas anteriores, o con los que actualmente agobian a varios importantes países desarrollados. Además, en muchos casos están favorecidos por plazos bastante holgados.
Salvo que se indique lo contrario, dicha deuda se refiere a la del gobierno central.
Como se observa, Panamá, con un porcentaje de 41.5%, es el país con la mayor carga financiera en relación a su producto, situación que, sin embargo, no le ha impedido mejorar su calificación crediticia, muestra de lo cual es que ya tiene Grado de Inversión por parte de las tres principales agencias calificadoras.
Uruguay, Nicaragua y El Salvador también registran porcentajes elevados, aunque a gran distancia del país istmeño.
De los países más grandes de la región, Argentina es el más endeudado, con pasivos externos de su gobierno central que alcanzan el 18.2% del PBI. Sin embargo, este dato representa una enorme mejora respecto de los anteriores, pues, por ejemplo en el año 2002 el porcentaje superaba el 90% del producto. Cabe precisar, de otro lado, que el porcentaje actual no incluye la deuda no presentada a canje.
El Perú se halla a mitad de tabla. Como producto de una casi ininterrumpida disminución, su deuda externa pública sólo equivale hoy al 15.2% de su PBI, seis años después de haberse hallado en un nivel cercano al 37%. Además, en los últimos años, nuestro país se ha dedicado a mejorar el perfil de ésta, llevándola a tasas de interés más bajas y a plazos más extensos, que en algunos casos sobrepasan los treinta años. Esa creciente fortaleza financiera, que le permite cumplir sin mayor problema sus pagos, se ha visto reflejada en la calificación crediticia, que ha venido mejorando sostenidamente y probablemente vuelva a hacerlo en el muy corto plazo.
Ecuador y Colombia registran cargas financieras levemente menores que las de nuestro país, en tanto que México y Venezuela registran unas de alrededor de 10% de sus respectivos PBI. Sin embargo, ello no le ha permitido a Ecuador ni Venezuela lograr calificaciones crediticias como las que poseen Colombia y México. Inclusive, nuestro vecino del norte está considerado en la categoría de default, al haber incumplido con parte de los pagos.
De otro lado, nuestro vecino del sur, Chile, registra niveles mínimos de deuda por parte de su sector público, pues ésta apenas llega a 1.4% del producto. Esta muy meritoria circunstancia se ve reflejada en su calificación crediticia, la más elevada de toda América Latina. En realidad, la casi totalidad de la deuda externa chilena (que supera los US$ 70 mil millones) corresponde al sector privado.
El caso más notable en materia de deuda externa lo constituye Brasil, que no sólo no es deudor, sino que desde el año 2006 es acreedor. Así, en el año 2009 el gobierno federal tiene acreencias externas que equivalen a nada menos que 10% del PBI brasileño.
Creo que ha habido una equivocación a la hora de hacer el cuadro. Los porcentajes que ponen ahí se refieren al total de la deuda pública de los respectivos países. Por ejemplo, en el caso del Perú, el 23.4% está dividido de la siguiente manera:
ResponderEliminarDeuda Pública Interna: 8.2
Deuda Pública Externa: 15.2
Deuda Pública Total: 23.4%
Según el mismo informe, la deuda externa pública y privada está en 35,629 millones de dólares, equivalente aproximadamente al 28% de nuestro PBI.
Agradecemos enormemente tu observación, Javier, pues nos permitió apreciar el grave, absurdo y lamentable error cometido. Grave porque abarcó la integridad de la nota, absurdo porque se produjo teniendo el dato correcto a la vista, y lamentable porque no lo detectamos a tiempo.
ResponderEliminarEn fin, gajes del oficio.
Que bien que hicieron la corrección, ya me parecían raros los números mostrados anteriormente. Es de todas maneras interesante notar que el nivel de endeudamiento de toda A.L. es bastante razonable, incluso el más alto (Panamá) tiene un nivel de endeudamiento controlable. Dado el reperfilamiento de nuestra deuda no es esperable que disminuya rápidamente, pero si constante, esperemos ver en un tiempo no muy lejano los índices brasileños, si bien ya somos acreedores netos, es importante mejorar aún más nuestras situación.
ResponderEliminarMe sorprende Brasilll!!!!
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