En esta ocasión, nuestro ranking semanal se refiere a la distribución geográfica de los ingresos en algunos de los países latinoamericanos. Para ello se vale de los datos publicados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en su documento denominado La Hora de la Igualdad, publicado muy recientemente.
Los datos miden la brecha del producto bruto interno (PBI) per capita existente entre las regiones más rica y más pobre de cada país, calculando el número de veces que el dato de la primera supera al de la segunda. A más alta la relación, mayor es la referida brecha.
Como se observa, Brasil es, entre los siete países considerados, el de mayor disparidad, ratificando su condición de país con elevada desigualdad en la distribución de los ingresos. Allí, un habitante promedio de su zona más rica, la capital Brasilia, tiene un PBI per capita 9.22 veces más alto que uno de su región más pobre, Piauí.
Argentina, pese a no ser un país de los más desiguales en cuanto a distribución, también exhibe una fuerte disparidad regional. Así, un poblador de su capital gana, en promedio 8.09 veces lo que gana uno de la región de Formosa.
El Perú es el tercer país en esta lista. Aquí, los habitantes del minero y cuprífero departamento de Moquegua tienen un ingreso per capita que supera en 7.57 veces al de los pobres y andinos moradores del departamento de Apurímac.
En México, la mayor disparidad se registra entre la capital federal y el sureño estado de Chiapas. En Colombia ello ocurre entre la capital, Bogotá, y el departamento del Chocó.
En Chile, al igual que en el Perú, no es la capital del país la que lidera el ingreso, sino más bien una zona bastante alejada de ella. En ese país, tal como en el nuestro, la minería, específicamente la del cobre, es la que establece la diferencia en este aspecto. Así, Antofagasta lidera el indicador, con ingresos promedio que superan en 4.48 veces a los de su región más pobre, Araucanía.
Bolivia es, en esta relación de países, el de la menor disparidad. En la nación altiplánica, el mayor ingreso, de su gasífera zona de Tarija, sólo es 3.55 veces más elevado que el de su minera zona de Potosí.
Como dato positivo se debe decir que la relación ha disminuido en Brasil, Chile y el Perú, pues en los años 90 sus números eran de 11.86, 5.12 y 8.11, respectivamente.
Sin embargo, cuando se compara los datos presentados con aquéllos de los países desarrollados, se entiende bien por qué se dice que América Latina es una región de muy deficiente distribución del ingreso, no sólo en términos de deciles o quintiles poblacionales, sino también en términos geográficos. En Francia, por ejemplo, la relación entre el ingreso per capita de sus zonas más pobre y más rica es de sólo 1.95, en Italia de 2.04, en Japón de 1.57, en Corea de 1.88, en Holanda de 1.31, en España de 1.92 y en Suecia de 1.63. En esos países, no hay demasiada diferencia en cuanto a ingresos, ya sea que se trabaje en una ciudad o en otra.
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