domingo, 26 de septiembre de 2010

El Perú en el Ranking Latinoamericano: Capacidad Eléctrica Instalada 2008

Esta semana, el ranking latinoamericano se centra en el fundamental tema de la electricidad, específicamente en la capacidad instalada existente en los países de la región.
No es necesario abundar en lo que este insumo significa en la vida de las personas y en las economías, pues ello salta a la vista. Basta decir que sin electricidad la actividad productiva colapsaría, y con ella toda la economía, y lo propio ocurriría con el nivel de vida de las personas. Es, por lo tanto, una necesidad insoslayable el incrementar permanentemente la capacidad instalada, es decir, construir centrales eléctricas, con el fin de asegurar el imprescindible abastecimiento.

Los datos que ahora veremos provienen del Anuario Estadístico 2009 de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). Están expresados en megawatts* (MW), y se refieren al año 2008.

La mejor demostración de que la electricidad es sinónimo de actividad económica está en la casi perfecta correlación existente entre el tamaño de las economías y la capacidad eléctrica instalada mediante la cual se atiende sus requerimientos.

Brasil, como mayor economía latinoamericana, posee, por mucho, la más grande capacidad instalada, destacando entre sus numerosas centrales la enorme hidroeléctrica de Itaipú, la más grande del mundo, que comparte con Paraguay. Le siguen México y Argentina, segunda y tercera economía de la región, respectivamente.

Venezuela, cuarta economía latinoamericana, y cuarto país en capacidad instalada, constituye una muestra de que no basta tener una gran cantidad de centrales poderosas, sino que también se requiere una capacidad generadora debidamente diversificada. Resulta que, por depender en grado sumo de sus centrales hidroeléctricas, ahora se halla padeciendo los efectos de una grave sequía, que mantiene semiparalizadas varias de ellas.

La correlación tamaño de la economía-capacidad instalada se rompe al llegar a Paraguay. Este país, uno de los más pequeños de la región en términos económicos, es, sin embargo, una potencia en materia de capacidad de generación, al albergar en su territorio a la colosal Itaipú (que comparte con Brasil), así como la gran central de Yacyretá, que comparte con Argentina.

El Perú ocupa el octavo lugar en capacidad instalada, con una potencia total de 7,158 MW, siendo nuestra mayor central la del Mantaro, que responde por poco más del 10% de la capacidad total. En los últimos años nuestro país viene reestructurando su matriz energética, gracias al aporte de centrales térmicas a gas, dos de las cuales (Kallpa y Chilca 1) ya se ubican entre las más grandes. Si se llegara a concretar la construcción de la gran central de Inambari (2 MW), la situación mejoraría sustantivamente.

La lista la cierra la economía más pequeña de América Latina, y a la vez una de las menos desarrolladas: Nicaragua, con una capacidad instalada de sólo 896 MW.

Cabe señalar que de los ocho primeros países de este ranking, Brasil, Venezuela y Colombia se basan principalmente en la energía hidroeléctrica, en tanto que México, Argentina y Chile se basan en la térmica. El Perú mantiene un casi perfecto equilibrio entre ambas, en tanto que Paraguay depende totalmente de las hidroeléctricas.
* Un megawatt equivale a mil kilowatts y a un millón de watts.

5 comentarios:

  1. Está bien tu gráfica, me gustaría saber la capacidad instalada por habitante; te da una mejor idea...

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  2. Es engañosa la información sobre la capacidad instalada de generación eléctrica, porque buena parte de la capacidad existente está orientada a satisfacer las necesidades del sector minero.

    Sólo un ejemplo: el consumo residencial e industrial de toda la Región Tacna es menor al consumo eléctrico de la mina Toquepala (lo mismo vale para el consumo hídrico agrícola y urbano de toda la región Tacna, es menor al consumo hídrico de la mina Toquepala).

    Es decir, la expansión de la capacidad de generación eléctrica de los últimos veinte años ha estado relacionada con la expansión minera, y sólo marginalmente con la expansión del consumo residencial e industrial.

    En los países verdaderamente desarrollados, la capacidad instalada está ligada a la satisfacción de las necesidades de la gente, y de un sector industrial y de servicios de alto valor agregado, de los cuales en el Perú carecemos.

    Un cuadro que he calculado, descontando el peso de los sectores mineros de cada país en el consumo eléctrico, nos daría la sigueinte imagen de la cacpacidad instalada para industria y residencial:
    pais kw/hab
    Venezuela 0.637024793
    Argentina 0.573592233
    Dominicana 0.557373737
    Cuba 0.482916667
    Brazil 0.387368286
    Chile 0.383129013
    Mexico 0.347271413
    Colombia 0.218164147
    Peru 0.121322034

    Falta pues aún mucho, pero mucho para que la población peruana goce de un consumo eléctrico adecuado, sobre todo en las zonas rurales del país.

    Y un dato más. La solución no está en las ambiental y socialmente inviables megahidroeléctricas en la Amazonía, sino en la promoción de la inversión en energías no renovables (eólica, solar, otras)

    Miguel Tejada

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  3. A la luz de los datos de mi comentario previo, se ve lo tremendamente dañino para el país que es la exportación del gas de Camisea (Lotes 88 y 56). Si acaso, debería exportarse el gas de los Lotes 57 y 58. Y cambiarse totalmente el esquema de regalías imperante, contrario a los intereses nacionales.

    Decía, al pasar, que las hidroeléctricas en la selva son socialmente inviables. Pues bien, Inambari implica desplazar a 20 mil personas, Pakitzapango dezplazar a otras 20 mil.

    Quien conoce la selva, sabe que no hay ya tierras disponibles, o sea que se condena a los desplazados a la miseria, pues no tendrían tierras donde ir (a no ser que se les de tierras dentro de las Areas Naturales Protegidas)

    Sólo para Inambari, una consultora ambiental calculó los costes de mitigación y remediación ambiental en más de 1 billón de dolares, muchísimo más que los subvaluados 200 millones que aparecen en la documentación de los promotores de la hidroléctrica. Es decir, si se llegara a construir dicha central, se estarían generando decenas de millones de dólares en externalidades negativas que serían asumidos por el medio ambiente y por los pobladores afectados por estas centrales. Así si se entiende que la población local de Junín, Puno y Madre de Dios se opongan a estas centrales.

    Respecto a las eólica y la solar, si bien tiene impactos (como por ejemplo las eólicas en las aves), son fuentes de energía prácticamente ignmoradas y sin ninguna política de promoción dentro del país. Ahío es donde debemos apuntar.Otro punto donde debemos apuntar como país, es al ahorro y la eficiencia. Prohibir las centrales a gas a ciclo simple, e imponer las de ciclo combinado.

    Miguel Tejada

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  4. Hola, somos el equipo de APOYO Comunicación Corporativa que tiene como cliente al Proyecto Inambari. El interés por un proyecto como Inambari y sus impactos es legítimo. En los siguientes links encontrarán mayor información sobre los alcances del proyecto. Contribuirá a aclarar algunas dudas y a enriquecer el debate.
    (Presentación)
    http://www.scribd.com/doc/40191821/Proyecto-Inambari
    http://www.slideshare.net/APOYOComunicacionCorporat/proyecto-inambari
    (Video)
    http://www.youtube.com/watch?v=JNT4Ev-m8Pw (1era parte)
    http://www.youtube.com/watch?v=c_8InWlXTZQ (2da parte)

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  5. Actualiza este cuadro al 2018

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