El grado de apertura, es decir la relación resultante de sumar las Exportaciones e Importaciones, tanto de Bienes como de Servicios, y de dividir dicho monto por el Producto Bruto Interno (PBI), refleja el peso del sector externo en una economía. Un alto grado indica que esta mantiene fuertes vínculos con el resto del mundo, al venderle una parte importante de los bienes y servicios que produce, y comprarle una parte también importante de aquellos que requiere.
Tal como veremos a continuación, gracias a los datos publicados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en su Anuario Estadístico 2010, en nuestra región existen países sumamente abiertos en este aspecto, pero también otros bastante enfocados en su mercado interno. Si bien el mayor peso en la relación lo tiene la exportación e importación de bienes, en algunos casos también tiene importancia el movimiento de los servicios.
Los datos corresponden al 2009, año algo atípico, debido a que la crisis redujo considerablemente el comercio exterior. Sin embargo, no por eso dejan de ser una buena referencia acerca de la orientación externa de las diversas naciones de la zona.
Según se observa en el cuadro, los países económicamente más pequeños son los poseedores de los mayores grados de apertura. Ocurre que sus flujos de bienes y servicios (especialmente las exportaciones de estos últimos) son verdaderamente importantes en comparación con su PBI. El más abierto de todos es Panamá, cuya relación fue de 145.4%, mostrando que la suma total de los bienes y servicios que exporta e importa supera holgadamente a su producto. Sin duda, en esto tiene mucho que ver el hecho de que el país es un gran centro financiero y un punto neurálgico del comercio y el transporte internacional. Honduras es otro país donde la relación supera el 100%.
En los países más grandes, los grados de apertura económica son bastante menores. Además, en ellos los flujos de bienes tienen mucho más importancia que los de servicios. En México, el referido indicador es de 57%, y se explica básicamente por sus flujos comerciales (tan solo sus exportaciones representan cerca del 25% de su PBI, confirmando su condición de principal exportador regional), pues su flujo de servicios solo bordea el 5% del total.
Contrariamente, Brasil es el país más enfocado hacia adentro. Allí, el ratio de apertura apenas llega al 22.6%, lo que se comprueba fácilmente observando que sus exportaciones apenas se acercan al 10% de su producto.
De los siete principales países de la región, Chile es el poseedor del más alto índice de apertura, el cual llega a 68.5%. Su condición de gran exportador minero y su política de elevada apertura a las importaciones explican el dato; los flujos de servicios, en cambio, tienen una importancia menor.
Venezuela, Argentina y Colombia registran grados de apertura inferiores al 40%. Sin embargo, en el país llanero el indicador superó el 60% en el 2005, de la mano del alto precio del hidrocarburo. Los flujos de servicios, en cambio, tienen allí el menor peso de toda la región.
En el Perú, el ratio de apertura es de 43.3%, y se origina fundamentalmente en el movimiento de bienes, pues el de servicios, si bien está creciendo de manera importante, aún representa un porcentaje marginal. Cabe señalar que el grado de apertura en nuestro país era de 33.4% en el año 2002, y llegó hasta 53.4% en el 2008, luego de lo cual retrocedió por efecto de la crisis internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario