El turismo receptivo viene mostrando progresos en los diversos países de la región latinoamericana. Crece el número de visitantes, y con ellos los ingresos que dejan a su paso. Así lo revelan las cifras que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) acaba de publicar en uno de sus Cuadernos Estadísticos.
Teniendo en cuenta la importancia de la actividad, no solo como generadora de divisas, sino también de empleo (pues gracias a ella se dinamizan los negocios de aerolíneas, agencias de viajes, alquiler de autos, restaurantes, centros de hospedaje, venta de artesanías, y muchos más) es lógico que los gobiernos se esfuercen en promoverla. Obviamente, los resultados son distintos en cada país, dependiendo de las particulares condiciones existentes en ellos. Algunos tienen la ventaja de hallarse junto a grandes emisores de turistas, otros el atractivo de su historia y su cultura, y otros la belleza de sus playas o paisajes, habiendo también, por supuesto, los que pueden jactarse de poseer todas estas ventajas.
De acuerdo a la CEPAL, el país con más ingresos por turismo receptivo en el 2009 fue México, que captó más de US$ 12 mil millones. Sin duda, la amplia variedad de sus atractivos, así como la vecindad con la primera potencia económica del mundo, que cada año le envía un numeroso contingente de visitantes, es decisiva para este excelente desempeño.
A gran distancia le siguió Brasil, que tuvo ingresos por más de US$ 5,600 millones. No hay duda de que el gigante sudamericano goza de una muy buena reputación como destino de viajes.
En el tercer lugar se situó Argentina (otro país de fuerte atractivo y receptor de un masivo flujo de visitantes brasileños) y en el cuarto lugar un pais muy pequeño, pero muy requerido por la belleza de sus paisajes y playas: República Dominicana.
Nuestro país, séptimo en este ranking, obtuvo ingresos por US$ 2,440 millones (según dato del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo). Al comparar dicha cifra con los US$ 837 millones del año 2002 se puede aquilatar debidamente la gran mejoría experimentada. En el 2010, la cifra se ha elevado considerablemente, a US$ 2,741 millones, aportados por 2.3 millones de personas. De ese total, los chilenos y estadounidenses, en ese orden, constituyen nuestros más asiduos visitantes.
Si bien en los países más grandes de la región el ingreso turístico no constituye un aporte demasiado grande respecto de su PBI (en Brasil representa el 0.3% y en México el 1.4%), en los países más pequeños sí tiene un peso relevante. Un ejemplo de ello es Uruguay, donde su ingreso turístico equivale nada menos que al 4.5% de su producto.
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