De la mano del crecimiento de su comercio exterior, América Latina también amplía sus flotas mercantes. A mayores volúmenes de exportaciones e importaciones, los países incrementan la capacidad de los buques que transportan dichas mercaderias. Sin embargo, el tamaño o capacidad de las flotas no siempre se vincula con las dimensiones del comercio con el resto del mundo. En algunos casos tiene que ver, más bien, con las políticas tributarias (o las políticas laborales para con las tripulaciones) que aplican los países, las mismas que pueden atraer a empresas navieras de otros países, constituyendo las "flotas de conveniencia".
Veamos, con información de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), cuál es la realidad de los países de la región en este aspecto. Los datos, expresados en miles de TRB (toneladas de registro bruto, es decir capacidad de carga) están actualizados a agosto del 2010.
Como se puede ver, Panamá es un verdadero gigante en este negocio. El pequeño país centroamericano otorga ventajas tributarias que llevan a muchas navieras del mundo a colocar su bandera en sus buques. No se trata de una flota panameña propiamente dicha, pues esa gigantesca capacidad no está acorde con el tamaño de su economía ni su comercio exterior, ambos muy pequeños.
A enorme distancia de la nación istmeña se ubica Brasil, cuya flota sí tiene base en su comercio exterior, cada vez más importante. La mayor participación en ella corresponde a los buques tanque (38%), siguiéndoles los graneleros (21%). El país es uno de los pocos latinoamericanos con un importante número de buques portacontenedores, cuya capacidad representa el 12% del total de la flota (en la mayoría de países no se dispone de embarcaciones de este tipo).
México, el país con el más cuantioso comercio exterior de la región, posee la tercera flota más grande. En esta predominan los buques-tanque (que representan el 49% del total), no existiendo portacontenedores.
En el cuarto lugar se ubica Venezuela, cuya capacidad de carga, como resulta lógico suponer, corresponde principalmente (49% del total) a buques petroleros, encargados de exportar a Estados Unidos y otros destinos parte de su considerable producción del hidrocarburo. Este país tampoco posee portacontenedores.
A continuación figura Chile, cuya relación comercio exterior/PBI es una de las más importantes de la región. Allí, los buques tanque y los graneleros tienen una participación parecida en la capacidad total (28% y 27%, respectivamente). Además, el país es otro de los pocos latinoamericanos con buques portacontenedores (17 mil TRB).
Luego figuran Argentina y Honduras. En el país sureño los tanqueros constituyen el 42% de la capacidad total de la flota, existiendo también una pequeña capacidad de buques portacontenedores (13 mil TRB). En cuanto al pequeño país centroamericano, su importante capacidad de carga, que no guarda proporción con el tamaño de su economía ni de su comercio exterior, obedece a las políticas tributarias que aplica, que la convierten en una flota de conveniencia.
El Perú ocupa el octavo lugar en este ranking, con una capacidad de 356 mil TRB. De ese total, 109 mil TRB corresponden a buques tanque, 20 mil a buques de carga general y 227 mil a otros tipos de buque. Nuestro país no posee naves graneleras ni portacontenedores.
Los países latinoamericanos menos destacados en esta materia son Guatemala y Costa Rica, cuyas flotas solo alcanzan las 4 mil TRB de capacidad.
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