Gracias al dato de capitalización proveniente del Anuario Estadístico 2011 de la Federación Iberoamericana de Bolsas, y al del producto bruto interno (PBI) proveniente del World Economic Outlook del Fondo Monetario Internacional, hoy tenemos en nuestro ranking el importante indicador denominado Profundidad Bursátil.
Este, que se obtiene dividiendo la Capitalización Doméstica por el PBI, refleja la relevancia del mercado bursátil (la principal instancia del mercado de capitales) en la economía. Un mayor indicador significa un mayor acceso y un más amplio protagonismo en él por parte de las empresas. Por esa razón, y teniendo en cuenta que es una instancia de financiamiento directo, y, por ende, de menor costo que el sistema bancario (que es de intermediación), los países buscan desarrollarlo al máximo, incrementando su profundidad bursátil.
Además, una mayor profundidad conlleva una mayor transparencia en las empresas, pues cotizar en bolsa las obliga a difundir públicamente sus estados financieros y todos sus hechos de importancia.
Los datos, que corresponden al año 2010, también incluyen, para fines informativos, la capitalización total de las bolsas de la región.
Como se puede ver, Chile es, con gran ventaja sobre los demás países, el de mayor profundidad bursátil. Allí, el valor de su capitalización doméstica equivale nada menos que al 168% de su PBI. Eso significa que una gran parte de su actividad productiva está inscrita en bolsa, mercado al que suele acudir para financiarse emitiendo diversos títulos, y a la vez beneficiarse con el incremento del valor de estos, de la mano de sus fundamentos y resultados económicos y financieros.
Bastante más atrás, con profundidades que superan el 70%, figuran Brasil y Colombia. En ambos países la capitalización doméstica casi iguala a la total, revelando que solo una parte muy pequeña de esta última corresponde a emisiones foráneas.
La profundidad del mercado peruano aún no es la deseable, pero viene registrando una sostenida mejoría, de la mano del creciente interés de las empresas por cotizar en bolsa, y de su notable rentabilidad, que hace subir rápidamente el valor de sus acciones. A diferencia de los tres mercados anteriores (en los cuales el indicador supera el 90%), en el nuestro la capitalización doméstica apenas sobrepasa el 63% de la capitalización total, revelando una presencia importante de emisiones extranjeras.
Detrás del Perú se ubica el segundo mercado más grande de la región, México, con una profundidad de 43.7%. Allí también es importante la presencia extranjera, como lo revela el hecho de que su capitalización doméstica solo alcanza el 59% del total.
En otros países, las profundidades son bastante menores, reflejando el escaso desarrollo de sus mercados de capitales en relación al tamaño de sus economías, por la presencia de restricciones legales y societarias, o como resultado de políticas económicas que dificultan o desincentivan el acceso de las empresas al mercado de valores, limitando su capacidad de financiamiento por esta vía. Los casos de Argentina y Venezuela, con profundidades de solo 17% y 3%, respectivamente, son sumamente ilustrativos. En el primero de esos países, la capitalización doméstica apenas representa el 13% de la total. En el segundo, el sector privado se halla fuertemente debilitado, y casi no interviene en el mercado bursátil, lo que se refleja en su sorprendente indicador.
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