Reflejando el comportamiento de las cotizaciones, la capitalización bursátil doméstica de las principales bolsas latinoamericanas evolucionó favorablemente en el primer semestre del año, creciendo a tasas aceptables. Así lo revela el último boletín de la Federación Iberoamericana de Bolsas (FIAB), correspondiente al mes de junio.
Como se sabe, la capitalización bursátil representa el valor conjunto de todas las empresas que cotizan en una bolsa, teniendo en cuenta la cotización de sus acciones a determinada fecha. Los datos que presentamos aquí no se refieren a la capitalización total, sino a la doméstica, que considera únicamente las acciones emitidas en el país, y por lo tanto refleja la real dimensión del mercado nacional. La relación Capitalización Doméstica/PBI, denominada Profundidad Bursátil, muestra la importancia alcanzada por el mercado de valores dentro de la economía, siendo la consigna elevarla todo lo que se pueda.
Los datos nos muestran que en la primera mitad del año la capitalización doméstica se incrementó en casi todas las bolsas. Pese a sus efectos en los sectores externos (por la caída en los precios de los commodities) y en las corrientes financieras (por la incertidumbre ante lo que viene ocurriendo en Europa), la crisis internacional no logró frenar por completo el interés en nuestros mercados. Solo las bolsas de Argentina y Brasil se vieron impactadas negativamente, viendo retroceder sus capitalizaciones, especialmente la primera.
Pese a su caída de 7.64%, la capitalización doméstica de la bolsa de Sao Paulo, la principal de Brasil, siguió siendo, de lejos, la mayor de la región. Considerando que el producto bruto interno brasileño bordea los US$ 2.5 billones, ello implica una profundidad bursátil de aproximadamente 45%.
La bolsa mexicana mejoró significativamente su indicador, manteniéndose como la segunda de América Latina, pero a gran distancia de su par brasileña.
La de Santiago también tuvo una importante alza, que le permite seguir en su sólido tercer lugar, aunque con una presencia cada vez más cercana de la cuarta bolsa, la de Colombia, cuya capitalización doméstica se expandió un apreciable 15.21%.
Respecto de la bolsa chilena, cabe destacar que registra la más alta profundidad de América Latina, pues esta supera el 110%, resultante de comparar su capitalización (de US$ 295 mil millones) con su PBI (de aproximadamente US$ 260 mil millones).
Nuestra bolsa, cuya cifra mejoró casi 10%, permaneció inamovible en su quinta ubicación, bastante detrás de la colombiana, pero muy por delante de la de Buenos Aires, a la cual ahora casi triplica en capitalización, pues esta última tuvo una fuerte caída, afectada, entre otras cosas, por la incertidumbre derivada de la estatización de YPF.
Teniendo en cuenta que a junio el PBI peruano debe rondar los US$ 190 mil millones, la profundidad bursátil de nuestro país debe bordear el 47%, porcentaje que aún no se compara en absoluto con el 67% alcanzado al cierre del año 2010.
Para las bolsas más pequeñas, bastante más desconectadas de los flujos financieros internacionales, el semestre transcurrido resultó bastante favorable, pues la mayoría de ellas incrementó considerablemente su capitalización doméstica, destacando las de Caracas y El Salvador, con crecimientos de 92.98% y 89.57%, respectivamente. En este grupo de pequeñas plazas bursátiles, únicamente la de Bolivia se mantuvo estancada en cuanto a capitalización.
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