El producto bruto interno (PBI) registró en setiembre un crecimiento de 5.94%, ligeramente menor al esperado por el mercado, pero que no deja de ser importante. Con ello, la economía nacional alcanza 37 meses de evolución favorable y acumula una expansión de 6.28% en lo que va del año y una de 6.11% en los últimos doce meses. Así lo señaló hoy, mediante un Informe Técnico, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
El relativamente buen desempeño del mes en referencia se explica principalmente por la favorable evolución de la demanda interna, reflejada, entre otras cosas, en los incrementos de las ventas de autos ligeros (22.47%) y de la inversión en construcción (19.22%). La demanda externa, en cambio, continuó débil, lo que se evidenció en el escaso crecimiento real de las exportaciones (1.42%), pese al avance de las tradicionales (4.69%).
Por sectores, la expansión fue generalizada. Los de mejor desempeño fueron la muy dinámica Construcción (que creció 19.22%), la volátil Pesca (19.08%), el Financiero y de Seguros (8.93%), Restaurantes y Hoteles (8.20%) y Servicios Prestados a Empresas (7.57%). El Agropecuario y el de Minería e Hidrocarburos también registraron interesantes avances (de 4.06% y 4.95%, respectivamente).
La Manufactura, dando señales de que aún no se recupera plenamente, volvió a tener un débil comportamiento, pues apenas creció 1.31%, lastrada por su subsector Fabril Primario, que cayó 4.51%. Afortunadamente, su componente más importante, el subsector Fabril No Primario, se expandió 2.24%, lo que permitió una cifra global positiva. Con ello, el sector acumula en el período enero-setiembre una ínfima expansión, de sólo 0.99%.
Tal como nos lo muestra el cuadro adjunto, en lo que va del año el aporte sectorial al producto es liderado por el Comercio, que contribuye con 1.12 de los 6.28 puntos de crecimiento alcanzados hasta setiembre. Le siguen la Construcción (0.98 puntos) y Resto de Otros Servicios (0.84). La Minería e Hidrocarburos y la Manufactura han aportado poco (0.17 y 0.14 puntos, respectivamente), en tanto que la Pesca más bien restó 0.03 puntos al PBI.
Sin duda, el incierto panorama externo, en el que nuestros principales socios comerciales han desacelerado sus economías, y en el que aún existe una gran inquietud por la situación fiscal de varias de ellas, continúa afectando a la nuestra, lo que se refleja, por ejemplo, en la débil evolución de nuestras exportaciones. No obstante, los buenos fundamentos internos (con un manejo fiscal ordenado, una inflación que tiende a un nivel adecuado, cuantiosas reservas internacionales, deuda externa decreciente, un sólido nivel de consumo, inversión privada abundante, etc) siguen presentes. A ello se suma el hecho de que, salvo diciembre, los tres últimos meses del año 2011 fueron de crecimiento sólo aceptable, lo que, al establecer una baja base de comparación, ayudará a un buen resultado. Lo anteriormente señalado hace prever que al final del año se obtenga una tasa de crecimiento de alrededor de 6%, que, dadas las circunstancias, no estaría nada mal.
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