Aunque el 2013 no está resultando un año demasiado favorable para las economías latinoamericanas, tampoco lo está siendo excesivamente duro, tal como se hubiera esperado a raíz de la aún difícil e incierta situación económica global.
Los datos que presentamos a continuación, referidos a la evolución del producto bruto interno (PBI) de las siete principales economías de la región en el primer semestre del presente ejercicio, muestran que si bien algunas de ellas mantienen fuertemente ralentizado su respectivo indicador, otras lo mantienen con un muy aceptable dinamismo. Y, en comparación con lo visto en el primer trimestre, la situación parece estar mejorando.
Ello se debe a que las razones que llevaron a un muy débil crecimiento en los primeros meses se han morigerado levemente hacia mediados del año. Así, la economía de Estados Unidos ha empezado a mostrarse algo más dinámica, en tanto que la de Europa comienza a dar signos de una muy tenue recuperación. La de China, entretanto, también exhibe señales de que, si bien no volverá a las tasas de dos dígitos, seguirá expandiéndose de manera importante. Todos esos factores están propiciando un cierto desahogo en los mercados, entre ellos los de commodities, que, tímidamente, comienzan a repuntar. De otro lado, el reciente anuncio acerca de la postergación del ajuste monetario de Estados Unidos (que se esperaba restringiera las corrientes de liquidez, créditos e inversiones, y desacelerara las economías y afectara la demanda de los productos exportados por la región) va a favorecer una mayor recuperación global, y permitir que las diversas economías se preparen mejor para enfrentar la inexorable contingencia.
Ahora, pasemos a las cifras. Argentina registró la más alta tasa de crecimiento (5.8%), gracias al notable repunte productivo del segundo trimestre (8.3%), que le permitió dejar atrás la exigua tasa de 3% del primer trimestre. Dicho repunte tuvo mucho que ver con los buenos precios de la soya, así como con la favorable evolución de rubros como el de la industria automotriz. Sin embargo, el país aún tiene pendientes de resolución fuertes desequilibrios macro (que se reflejan en una elevada inflación y pérdida de competitividad internacional), problemas de liquidez en moneda extranjera y falta de confianza para la inversión (prueba de lo cual es su reciente downgrade por parte de Standard & Poor's, debido al temor de un default). A esos problemas se suma la débil situación de su socio y vecino Brasil, cuya persistente desaceleración viene dificultando las exportaciones.
El Perú, segundo en la lista, viene capeando bastante bien el temporal externo, pues si bien éste provocó una sensible baja de precios de sus principales productos de exportación, y con ello una fuerte reducción de sus ingresos por este concepto, no impidió un crecimiento productivo de 5.1%, que, pese a no compararse con los que el país había estado logrando hace un año o más, resulta bastante plausible, dadas las circunstancias. Tal expansión se sostiene en gran medida en la fortaleza de la demanda interna, que ha permitido contrarrestar parcialmente la debilitada demanda externa. Para el cierre del año se estima que la economía crecerá alrededor de 5.5%.
Chile también ha tenido un desempeño muy aceptable en el período, logrando un crecimiento de su producto de 4.3%. No obstante la caída del precio del cobre (su principal producto de exportación, y base de sus ingresos fiscales), el país se ha sustentado en su demanda interna para capear la compleja situación externa y exhibir un avance significativo en cuanto a producción. Y el crecimiento de julio, ascendente a 5.3%, ha permitido llevar la tasa acumulada a 4.5%, la misma que se sitúa dentro de la estimación (de entre 4% y 4.5%) prevista para la totalidad del año.
Mejorando lo mostrado en el primer trimestre (2.7%), Colombia creció 4.2% en el segundo, con lo cual acumula una tasa de 3.4% en el semestre. Para el segundo, los analistas esperaban una mejora, de la mano del incremento de la confianza, que se reflejaría en un incremento del consumo y la inversión. Las estimaciones para el cierre del año apuntan a una cifra de aproximadamente 4.5%.
Venezuela creció 1.6% en el semestre, mostrando una cierta aceleración de su actividad productiva (en el primer trimestre sólo había crecido 0.5%, mientras que en el segundo lo acaba de hacer en 2.6%). La cifra, sin embargo, no se compara con el 5.6% alcanzado el año 2012 y se halla muy lejos del objetivo planteado inicialmente para el año, de lograr una tasa de 6%. El país viene padeciendo fuertes desequilibrios macroeconómicos, que se reflejan en una muy elevada inflación, pérdida de competitividad exportadora, decrecientes incentivos para invertir y producir (traducidos en graves desabastecimientos de productos), debilidad de su moneda y un endeudamiento en alza.
Como acabamos de señalar, Brasil viene creciendo modestamente, al igual que en los dos años previos (2.7% en el 2011 y 0.9% en el 2012). Sin embargo, en el segundo trimestre ha mostrado signos de reactivación, con una tasa de 3.3% notoriamente superior a la del trimestre inicial (1.9%). Con ello, en la primera mitad del año acumula una expansión de 2.6%. Dado que en la actualidad el país viene tratando de reducir su pertinaz inflación, a la vez que realizar algunas reformas estructurales para mejorar el clima de inversiones y su competitividad externa, queda la duda de si podrá alcanzar la meta de 3.5% establecida al inicio del año.
México figura en la sexta posición, con una exigua tasa de 1.0%. No obstante que la cifra del segundo trimestre (1.5%) es bastante mayor que la del primero (0.6%), demuestra que el país (uno de los que menos ha crecido en América Latina en lo que va del siglo) aún no encuentra el camino de la expansión sostenida, y que requiere reformas que propicien un mayor flujo de capitales privados y por ende un mayor dinamismo. El nuevo gobierno ha comenzado a dar pasos en ese sentido, quedando por ver el efecto de las medidas adoptadas.
Luego de haber revisado las cifras del crecimiento en la primera mitad del año, veamos a cuánto ascienden los PBI acumulados por estos países en los últimos cuatro trimestres (2012-III, 2012-IV, 2013-I y 2013-II). Los datos, provenientes de las páginas web de sus correspondientes bancos centrales o institutos de estadística, han sido obtenidos en moneda nacional, y convertidos por nosotros a dólares corrientes, empleando el tipo de cambio oficial promedio vigente para el período considerado. Lamentablemente, Venezuela no suele publicar su dato trimestral, por lo que en el cuadro incluimos, a modo referencial, el del año 2012.
Como sabemos, la economía más grande es la de Brasil, cuyo PBI anualizado se acerca, al segundo trimestre del presente año, a US$ 2.25 billones. El producto del segundo país más grande, México, asciende a casi US$ 1.23 billones.
El tercero en la lista es Argentina, con un dato que supera los US$ 493 mil millones. El cuarto es Venezuela, que si bien transitoriamente ha desplazado a Colombia de dicha ubicación, muy probablemente volverá a perderla en el transcurso del año, tanto por su magro crecimiento como por la fuerte devaluación que su moneda registró en febrero (46%, al pasar de 4.30 a 6.30 bolívares por dólar), que sin duda se reflejará en su dato en dólares.
Luego figura Colombia, con un producto que se acerca a los US$ 376 mil millones. En el sexto lugar se sitúa Chile, con un PBI de US$ 280 mil millones, y cierra la lista el Perú, con uno que se aproxima a los US$ 212 mil millones.
Sin duda, la fuerte devaluación que en los últimos meses ha venido afectando a las monedas de la región se está haciendo notar en los PBI en dólares, que han dejado de crecer tan fuertemente como lo habían venido haciendo. Los siguientes meses nos dirán qué ocurrirá con el referido indicador (al compás de la nueva política monetaria de Estados Unidos y el resultante devenir de su moneda).
Nota: el texto y los datos de esta nota fueron actualizados el día 19 de setiembre, para incluir la información colombiana de crecimiento, publicada ese día por la entidad estadística DANE. Luego, el 20 de setiembre se hizo lo propio, para incluir la información oficial argentina, publicada ese día por el INDEC. Y finalmente fueron actualizados el 27 de setiembre, para consignar el valor del PIB colombiano, publicado ese día.
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