Acorde con el difícil panorama externo, que ha llevado a reevaluar diversos proyectos (como los petroquímicos, mineros y petroleros) y restringido las corrientes de capital y la disponibilidad de crédito, la inversión extranjera directa en nuestro país continuó registrando una significativa reducción.
Mientras el año 2012 alcanzó el record de US$ 11,918 millones, en el 2013 descendió a US$ 9,298 millones y en el 2014 a sólo US$ 7,607 millones.
Así lo hace saber la última Nota Semanal del Banco Central de Reserva (BCR), que señala que de dicho monto US$ 3,978 millones correspondieron a reinversiones (utilidades que en lugar de ser repatriadas se emplean para seguir ampliando la capacidad instalada y atender otros requerimientos), US$ 1,342 millones a aportes y otras operaciones de capital (dinero fresco que entra a los proyectos o empresas) y US$ 2,287 millones a préstamos netos con la matriz (diferencia entre los montos de préstamos recibidos de ésta y los devueltos).
Afortunadamente, el dato del último trimestre (ver primer gráfico) muestra una importante recuperación, pues superó a los de los dos trimestres previos (especialmente al del tercer trimestre, que sólo había sido de US$ 869 millones) y llegó a US$ 2,247 millones.
De acuerdo con los datos reseñados, el stock de IED acumulado por nuestro país llega a US$ 79,429 millones, monto que equivale al 39.1% del producto bruto interno.
Se espera que en el presente año se concreten o entren a su fase de mayor intensidad constructiva varios importantes proyectos (el gasoducto del sur, la Línea 2 del Metro de Lima, el Muelle Norte del Callao y varios más), circunstancia que, sumada a la del paulatino restablecimiento de la confianza internacional, muy probablemente contribuirá a que los flujos de esta fundamental fuente de recursos retomen el camino del crecimiento.
No estuvo tan mal el ultimo trimestre.
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