Toromocho, la más grande mina de cobre peruana, en operación desde inicios del año pasado, estaba destinada a ser, con su producción de 170 mil toneladas de concentrados, uno de los puntales del crecimiento de la minería y de toda la economía peruana el año 2014.
Lamentablemente, no fue así, pues, debido a algunas observaciones de tipo ambiental efectuadas por el Ministerio de Energía y Minas, y a la demora en la puesta en operación de diversos equipos, durante la mayor parte del año sólo estuvo registrando volúmenes que promediaban las 8 mil toneladas, con lo cual al final del período alcanzó un total de 70,262 toneladas, cifra sumamente modesta para lo que se había proyectado inicialmente.
Pero las cosas han comenzado a mejorar. Así lo deja ver el dato de enero, que muestra una producción de 11,642 toneladas, 67 veces más alta que la de similar mes del año anterior (en el cual recién iniciaba operaciones) y también 40.5% mayor que la de diciembre (8,285 toneladas) y la gran mayoría de meses previos.
Con ello, la gran mina ubicada en el departamento de Junín (casi en la frontera con el departamento de Lima) y operada por la empresa Chinalco, dejó de figurar en una posición marginal en el conteo nacional y se ubicó en el sexto lugar, sólo por detrás de Antamina (28,371 toneladas), Cerro Verde (16,141) y Cuajone (14,871), Antapaccay (13,508) y Toquepala (12,033). De haber representado a lo largo del año pasado tan sólo el 5.1% de la producción total, en enero ha pasado a representar el 10.4%.
Si bien su mejorado dato no alcanzó para hacer crecer la producción total de cobre, pues Antamina y Cerro Verde registraron fuertes retrocesos, sí permitió compensar dicha baja.
Todo lo dicho se inscribe en un dato general bastante positivo para el rubro minero-metálico en el primer mes del año, pues, según el INEI, el crecimiento de su producción fue de nada menos que 5.76%, con notables avances en molibdeno (24.59%), plomo (16.47%), hierro (13.78%), zinc (12.63%) y plata (12.02%), y modestos en oro (1.92%) y cobre (0.36%).
Esperemos que los siguientes meses nos hagan ver el creciente despliegue de esta enorme mina, para que de ello no sólo se beneficien los números totales del sector, sino toda la economía, que, ante un panorama externo aún difícil, requiere de elementos que la apuntalen.
Con esto va a mejorar el canon para Junín.
ResponderEliminarPor fin comenzo a acelerar Toromocho. Que bien.
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