En agricultura, siempre es deseable el incremento de la cantidad de hectáreas sembradas, con el fin de obtener una mayor producción de los diversos cultivos.
Pero la coca es una clara excepción a esta regla. Es que por constituir la materia prima de una de las drogas más poderosas y dañinas, la única meta posible para con ella es minimizar todo lo posible su producción, limitándola a los usos medicinales y tradicionales.
Afortunadamente, el Perú está obteniendo importantes logros al respecto. Así lo acaba de señalar, en su informe Perú: Monitoreo de Cultivos de Coca 2014, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Según ésta, el espacio sembrado con dicha especie vegetal se redujo un apreciable 13.9% en el 2014, cayendo de 49,800 a 42,900 hectáreas, el área más baja desde el año 1998. Tal cifra representa, además, una reducción de aproximadamente 30% desde las 60,400 hectáreas contabilizadas en el 2012, "un resultado sin precedentes y bien recibido en el esfuerzo por mitigar el cultivo de coca y el tráfico ilícito de drogas en el Perú."
Además, la UNODC elogió al gobierno por haber "buscado implementar nuevas iniciativas promoviendo medios de vida alternativos en zonas de cultivos de coca y expandiendo servicios de prevención y tratamiento sobre abuso de drogas, y también en la mejora del control de precursores y el incremento de las incautaciones de los activos o bienes vinculados a las actividades de tráfico ilícito de drogas."
Asimismo, puntualizó que "es importante que estas iniciativas se lleven a cabo de manera consistente y complementaria en todas las áreas afectadas por el cultivo de coca, ya que sigue habiendo comunidades vulnerables a la actividad cocalera ligada al narcotráfico."
No dudamos que el Perú lo seguirá haciendo, especialmente en aquellas zonas, como el VRAEM (valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro) y el valle de La Convención-Lares, donde la ilegal actividad se hizo especialmente intensa en las últimas décadas. Felizmente, inclusive en ellas los resultados vienen siendo sumamente alentadores.
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