La Alianza del Pacífico, bloque económico creado el año 2011 por Chile, Colombia, México y el Perú, tenía listo desde junio del 2012 su documento constitutivo, su Acuerdo Marco.
Pero éste aún no había recibido la aprobación requerida en Colombia, cosa que ya había ocurrido en los otros tres países. Felizmente, en abril de este año la Corte Constitucional de ese país por fin se la otorgó, con lo cual su camino quedó allanado, y por lo tanto dentro de dos días, el 20 de este mes, entrará en vigencia.
El documento, cuyo contenido trascribimos, lo describe como un acuerdo de integración regional, y establece los lineamientos y pautas bajo los cuales operará.
Así, señala, por ejemplo, que para participar en él son requisitos esenciales la vigencia del estado de derecho, la democracia y los respectivos órdenes constitucionales; la separación de los poderes del Estado; y la protección, promoción, respeto y garantía de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
En cuanto a sus objetivos, puntualiza que son tres: construir un área de integración profunda (que lleve gradualmente a la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas), impulsar el crecimiento, desarrollo y competitividad de sus economías (para incrementar el bienestar, la equidad socioeconómica y la inclusión social de sus habitantes) y convertirse en una plataforma de articulación política, integración económica y comercial y de proyección al mundo (poniendo especial énfasis en el área del Asia-Pacífico).
Las medidas que pondrá en práctica para lograrlos serán, entre otras, la liberalización del intercambio comercial de bienes y servicios (con miras a consolidar una zona de libre comercio entre las partes), la liberalización de la circulación de capitales y la promoción de las inversiones entre las partes, el desarrollo de acciones de facilitación del comercio y los asuntos aduaneros, la promoción de la cooperación entre las autoridades migratorias y consulares (para facilitar el movimiento de personas y el tránsito migratorio), la coordinación para prevenir y contener la delincuencia organizada transnacional (en pro de fortalecer las instancias de seguridad pública de aplicación de justicia de las partes) y la contribución a la integración de las partes mediante mecanismos de cooperación.
Como se puede ver, estas medidas constituyen una real síntesis del espíritu del acuerdo, que busca darle protagonismo al libre mercado, los libres flujos y el libre tránsito, consciente de que son los elementos que mejor impulsan a los agentes económicos y con ellos a todas las economías.
El Acuerdo Marco también establece los aspectos operativos de la alianza, como la conformación y atribuciones de su previsto Consejo de Ministros, la naturaleza y forma de aprobación de sus decisiones, la relación con otros acuerdos y otros países y organizaciones internacionales, el proceso de admisión de países como observadores o miembros plenos, los mecanismos de solución de controversias, etc.
A nivel latinoamericano, la Alianza del Pacífico, conformada por cuatro de las siete economías más grandes de la región, sólo es comparable en cuanto a relevancia económica y política con el Mercosur (conformado por Brasil, Argentina, Venezuela, Uruguay y Paraguay). Pero dado que se caracteriza por promover políticas mucho más abiertas que las del otro bloque, y que sus países miembros muestran indicadores macroeconómicos mucho más positivos, es vista con ojos más optimistas y expectantes por la comunidad internacional.
Es de desear que los lineamientos generales que está estableciendo a través de este acuerdo, así como su desempeño en los hechos, le permitan llevar a cabo, de la manera más adecuada, el ambicioso objetivo integrador que persigue. De ello dependerá el nivel de bienestar de sus casi 220 millones de habitantes.
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