En momentos que la baja de precios de los commodities golpea reciamente sus cuentas externas y fiscales, y pone a prueba la fortaleza de sus monedas, las principales economías latinoamericanas se esfuerzan para no ser desbordadas por tan desfavorable circunstancia.
Uno de los ámbitos de esa preocupación es el de las reservas internacionales netas (RIN), que representan la diferencia entre los activos y los pasivos internacionales de corto plazo (es decir, entre lo que disponen como liquidez internacional y lo que deben pagar en el corto plazo). La consigna es incrementarlas (o por lo menos evitar perderlas), para preservar el colchón financiero que permita garantizar el valor de la moneda y dar tranquilidad a los agentes económicos.
Los datos siguientes, difundidos por los bancos centrales de los referidos países, nos dicen que Brasil dispone del mayor volumen de RIN, pues éstas llegan a casi US$ 371 mil millones, que equivalen a 16% de su producto bruto interno (PBI). Le sigue México con casi US$ 178 mil millones (14% de su PBI).
Y luego se sitúa el Perú, el país proporcionalmente mejor dotado de los siete en cuanto a RIN, dado el tamaño de su economía. En efecto, el monto de éstas asciende a nada menos que US$ 62,172 millones, representando más del 30% de su PBI y equivaliendo a más de 20 meses de importaciones. Dicha abundancia, además de constituir un formidable respaldo para preservar el valor de nuestra moneda frente a ataques especulativos, es una de las circunstancias que más contribuyen a la buena imagen financiera del país, reflejada en el bajo nivel de riesgo y en la buena calificación crediticia (en la que lucimos grado de inversión).
Colombia y Chile también poseen niveles importantes de reservas, que equivalen a 12% y 15% de sus respectivos PBI.
En Argentina y Venezuela, en cambio, la situación es mucho más complicada. En el primero el ratio RIN/PBI apenas llega al 5% y en el segundo al 7%. Ésa, y la hiperinflación vigente, son razones que explican las enormes expectativas devaluatorias reinantes en este último país.
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