Eso nos dicen los datos de variación del producto bruto interno (PBI) a setiembre, publicados por los bancos centrales o institutos de estadística de los referidos países.
Colombia es (pese a la caída del precio del petróleo, su principal producto de exportación) el país menos afectado por el entorno global, con una tasa acumulada de 3.0%.
El Perú, que creció 2.95% en setiembre, es el segundo, con una tasa acumulada de 2.6%.
Luego, con un incremento de 2.5%, se sitúa México, país que, no obstante ser un exportador principalmente industrial, también ha sentido el impacto de la baja del crudo.
Le siguen Argentina, que muy probablemente exhibe esa cifra de 2.4% a setiembre debido al elevado gasto público llevado a cabo por el gobierno con fines electorales, y Chile, que registra una de 2.2%.
Con esos países dejamos la zona de desaceleración y entramos a la de inocultable (o grave) recesión. En ésta, Brasil muestra cifras cada vez más negativas, pues en setiembre acaba de decrecer un considerable 6.2%, acumulando una caída de 3.4%. Y cierra la tabla Venezuela, cuya nefasta política económica, que ya generó el año pasado un retroceso productivo de 4%, generaría, según estimación del FMI, uno de 10% en el actual.
Nota: el texto y el cuadro de este artículo fueron modificados el día 20 de noviembre para incluir las cifras de setiembre de México, publicadas ese día por el INEGI. También lo fueron el día 24 para incluir las de Argentina, publicadas ese día por el Indec. Y luego el 12 de diciembre para hacer lo propio con las de Colombia, recién publicadas por el DANE.
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