El Primer Auto Eléctrico Realmente Competitivo

El auto eléctrico constituye desde hace varias décadas el gran sueño de quienes desean ver al mundo libre de los millones de contaminantes vehículos a gasolina, petróleo o gas, principales responsables, junto con la industria y otras actividades, del calentamiento global.



Lamentablemente, debido a diversos factores adversos, como su escasa autonomía, el excesivo tiempo que demanda recargarlo o su elevado costo, el sueño no se ha podido concretar.

Afortunadamente, varias empresas siguen experimentando con autos de este tipo y logrando mejoras. Algunas lo vienen haciendo con vehículos híbridos (propulsados con electricidad o gasolina), en tanto que otras prefieren enfocarse únicamente en la propulsión eléctrica.

Tesla es una de las que más han trabajado en ese loable objetivo, prueba de lo cual es que ya tiene tres modelos en el mercado, totalmente eléctricos. Y hace un par de días acaba de lanzar uno que por sus características y prestaciones podría marcar un auténtico punto de quiebre en la industria.

Se trata del denominado Modelo 3, que, como se aprecia en el video, posee detalles que lo hacen competitivo, en los aspectos más importantes, con los autos convencionales e híbridos que hoy circulan por las carreteras del mundo.

Por ejemplo, tiene una autonomía de 350 kilómetros, que ya es muy respetable, y que no resulta demasiado inferior a la de 500 kilómetros que en promedio posee un vehículo convencional.

Y por si fuera poco su precio de US$ 35 mil (varias veces inferior al de los anteriores modelos Roadster, S y X de la empresa) es comparable al de muchos vehículos a gasolina, y por lo tanto, ya no implica una desventaja notoria frente a éstos.

Si a ello se agrega el tema del costo mucho menor de la energía eléctrica frente a la gasolina o el diesel, la situación luce mejor para la tecnología aquí reseñada.



El auto saldrá a la venta a fines del próximo año, momento en el que se prevé tener en operación un número de estaciones de recarga mucho más grande que el de hoy. Si logra el éxito que parece augurarse a partir de detalles como los descritos, y si lo mismo ocurre con los modelos de la competencia, podría representar la instalación definitiva del auto eléctrico en los mercados y en las preferencias de los consumidores. Ello implicaría, además, una verdadera revolución en la industria automotriz, a la vez que un tremendo espaldarazo a los esfuerzos globales por hacer más respirable el aire de nuestro planeta.

Obviamente, nuestro país no quedaría al margen de la buena nueva, pues si todo marcha de acuerdo a lo previsto, en unos pocos años podría tener en circulación por sus calles y carreteras un importante número de automóviles totalmente amigables con su medio ambiente.