La derrota, en la elección de ayer, de la candidata que planteaba cambiar la Constitución y el modelo que tan exitosamente rigen en el Perú desde la década de 1990, produjo la inmediata euforia en el mercado que más rápido reacciona ante los hechos económicos.
Hablamos de la Bolsa de Valores de Lima (BVL), que al mediodía de hoy registraba fuertes alzas en todos sus indicadores.
El más importante, el Índice General, venía subiendo a la muy importante tasa de 8.28%, en tanto que el Selectivo (representativo de las acciones de mayor capitalización y negociación) lo hacía a una de 8.72%, y el Lima 25 (integrado por las 25 acciones de mayor liquidez y negociación) a una impresionante tasa de 12.24%. El Índice de Buen Gobierno Corporativo (representativo de los títulos de las empresas que cumplen con esta forma de gestión) lo hacía a una de 9.11%.
Obviamente, el buen ánimo no se limita a dicho ámbito, sino se extiende a todas las instancias, empresas y personas que simpatizan con las ideas de libre mercado, que con el referido resultado electoral han asegurado su continuidad. Con él no sólo mejoran sus perspectivas los agentes económicos que participan directamente en la BVL, o los miles que lo hacen a través de los fondos mutuos o las AFP, sino también todos los que, planeando establecer o continuar con un negocio (grande o pequeño, y en cualquier sector) requieren y desean un ambiente económico libre y amigable con la iniciativa privada y exento de sobresaltos y necias vueltas al pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario