Siete Grandes de América Latina: Inflación Anual a Julio del 2016

Al séptimo mes del año, el panorama inflacionario en las siete economías más grandes de la región se muestra diverso. Algunas de ellas se han favorecido con la baja del dólar, que con su incremento del año pasado había presionado al alza los precios internos, pero otras no han sacado provecho de dicha circunstancia y persisten mostrando tasas elevadas, inclusive crecientes.

México, uno de los países menos afectados con la anterior alza del dólar, se mantiene como aquél con el mejor indicador, con una tasa anual que apenas llega a 2.65%.

Le sigue el Perú, que el año pasado se vio duramente afectado por la fortaleza del dólar, pero ahora, relativamente normalizada dicha variable, ha logrado consolidar la tendencia bajista de su inflación, y hoy ya la tiene nuevamente en el rango meta de entre 1 y 3%.

Chile, también con una tasa bastante baja en julio, ha logrado reducir levemente su dato anual, que ahora se halla en 4%.

En los dos puestos siguientes puestos hay novedades, pues Brasil, con una inflación en franco decrecimiento, ya exhibe una anual menor que la de Colombia, país que, en cambio, no deja de elevar la suya. En el primer caso se están sintiendo tanto los efectos de la baja del dólar como los de una política económica muy diferente a la anterior. En el segundo, por el contrario, se advierte un descontrol, que ha permitido que una tasa de 4.41% en mayo del año pasado se convierta en una ya muy próxima a los dos dígitos.

Argentina y Venezuela constituyen un caso aparte, con tasas mucho mayores. Pero entre ambos existen notables diferencias, pues mientras en el primero se viene aplicando un programa de estabilización que reduce gasto público y subsidios, liberaliza mercados y sincera variables, en el segundo no hay el menor indicio de soluciones.

Como efecto de ello, en el país sureño la tasa mensual, después de haber llegado a un nivel de 6% en el momento más álgido del ajuste, ha comenzado a ceder, habiendo caído a 3.1% en junio, con perspectivas alentadoras. En el país caribeño, en cambio, la situación económica es virtualmente caótica, previéndose que la hiperinflación allí existente, la más alta del mundo, se siga agravando.