La seguridad ciudadana es un tema central en cualquier sociedad, pues sin ella las personas no pueden desarrollar tranquilamente sus actividades, ante el temor de ser víctimas de hechos delictivos que atenten contra su patrimonio o inclusive contra su integridad física.
Por ello es imperativo emplear todos los recursos y desplegar todos los esfuerzos que contribuyan a incrementarla.
Lamentablemente, eso no estuvo ocurriendo en el Perú en los últimos años, pues la inseguridad era la que había crecido alarmantemente, al punto de convertirse en uno de los problemas más acuciantes.
Pero ahora, de la mano de una política más enérgica, y de un ministro del Interior bastante proactivo y de ideas claras, se está intentando enmendar el rumbo, con iniciativas de diversos tipos.
La más reciente es la que aquí reseñamos, y cuyos protagonistas son la municipalidad de Lima y la policía nacional.
Esta consiste en la integración de los sistemas de videovigilancia de ambas entidades, para que las imágenes captadas por las 170 cámaras de la primera estén disponibles para la segunda, en tiempo real.
Y el plan se verá notablemente apuntalado a mediano plazo, pues la comuna prevé disponer de 1,200 semáforos inteligentes, cada uno de ellos con cuatro cámaras. Eso significará que la ciudad estará vigilada por nada menos que 4,800 de estos formidables vigías electrónicos.
Así, contando con una mucho mayor capacidad de visualizar lo que ocurre en las calles, la labor de la policía resultará enormemente potenciada y la seguridad ciudadana considerablemente incrementada.
Fotos: Ministerio del Interior
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