Tal como hace ocho años, el Perú vuelve a ser anfitrión de la cumbre del Acuerdo de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que busca intensificar el comercio internacional entre sus miembros.
El bloque incluye a la mayor parte (21) de los países ribereños del océano Pacífico, entre ellos varios de los más importantes del planeta (Estados Unidos, China, Japón, Rusia, Canadá, Corea, Australia, México e Indonesia), así como algunos de los más dinámicos (Singapur, Malasia, Filipinas, Vietnam, Hong Kong, Chile y el Perú).
En el marco de tan magna cita, ya están arribando a nuestro país sus respectivos presidentes o jefes de gobierno, que al estar acompañados de numerosos funcionarios, empresarios, analistas económicos y periodistas, están poniendo al Perú en el foco de la atención mundial, acorde con el objetivo nacional de generar una excelente reputación internacional, que promueva los flujos de capital y las inversiones.
Sin duda, eso va a ser logrado en las innumerables conversaciones, negociaciones y acuerdos que tendrán lugar, los que se traducirán en mayores volúmenes de comercio, el desarrollo de nuevos proyectos y más crecimiento. Y eso significará mayores posibilidades de mejorar los niveles de empleo y de ingresos de la población.
El Perú hace muy bien en participar activamente en estas iniciativas de apertura y globalización, no sólo como miembro pleno de uno de los bloques más destacados en la materia, sino como protagonista dentro de él y ahora como anfitrión de su evento más importante.
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