Éstas nos muestran que el Perú se mantiene como el país de mejor desempeño, con una tasa de 4.2%, que resulta bastante superior a la de sus pares. En el tercer trimestre logró un avance de 4.4% que prácticamente da por descontado el cumplimiento de la meta de 4.0% establecida para el presente año.
México le sigue con una tasa acumulada de 2.3%, que trasluce sus dificultades para crecer. Por si fuera poco, el ascenso de Trump a la presidencia de Estados Unidos, principal mercado mexicano, preanuncia una política comercial bastante más proteccionista y restrictiva, que podría afectarle severamente.
En el quinto lugar se sitúa Argentina, con un grado de retroceso que en el tercer trimestre se acentuó considerablemente, dejando ver que el país se encuentra en el momento más duro de un ajuste que busca poner orden en su economía y estabilizarla.
En un trance parecido se halla Brasil, cuya actividad también continúa retrocediendo en el marco del proceso de ajuste que allí se viene aplicando, y que se refleja en una caída acumulada de 4.0%. Sin embargo, el dato del tercer trimestre, bastante menos negativo que el de los cuatro períodos previos, resulta alentador.
Sobre Venezuela, no hay información oficial, lo cual resulta más que sintomático. Así las cosas, sólo queda emplear como referencia la estimación del Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé para el cierre del año una brutal caída de 10%, que se suma a las que el país viene padeciendo desde hace ya tres años y refleja meridianamente el desastroso manejo económico que allí se viene llevando a cabo.
Nota: el texto y el cuadro de este artículo fueron modificados el 27 de diciembre, para incluir los datos más recientes de Argentina y Brasil.
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