Siete Grandes de América Latina: Reservas Internacionales (a diciembre del 2016)

Las reservas internacionales, dadas por la diferencia entre los activos y pasivos internacionales de corto plazo, constituyen el respaldo de liquidez internacional de los países para afrontar sus obligaciones de corto plazo.

Gracias a ellas pueden defender la solidez de sus monedas y mostrar una imagen de solvencia que es bien apreciada por los mercados financieros, y que se refleja en indicadores como el riesgo país y la calificación crediticia. Por tal razón se esmeran en mantenerlas en los niveles más elevados posibles, tanto en términos nominales como en comparación con su producto bruto interno (PBI), exportaciones mensuales, deuda, etc.

Según la información disponible a la fecha, la mayoría de las siete principales economías latinoamericanas han logrado mantener o mejorar sus niveles de este vital indicador a lo largo del presente año.

Brasil es el país con la mayor disponibilidad, al contar con US$ 371,124 millones. Le sigue México, con más de US$ 176 mil  millones.

Y a esos dos grandes les sigue el Perú, que pese a ser  apenas el séptimo más grande de la región en términos de producción, es el tercero en lo que atañe a reservas, al disponer de US$ 61,612 millones. Esa cifra, además de destacar en términos absolutos lo hace aún más en términos relativos, pues representa nada menos que el 32% del producto bruto interno, porcentaje superior al de todos los otros países incluidos en esta reseña. Además, equivale a 21 meses de importaciones, lo que revela su excelente nivel y la gran cobertura que ofrece en el ámbito externo.

Tras nuestro país se sitúa Colombia, con cerca de US$ 47 mil millones. Luego lo hacen Chile y Argentina, con niveles ya muy próximos, lo que se debe a la fuerte recuperación del indicador del país del atlántico.

Cierra la lista Venezuela, cuyo nivel ha seguido cayendo sin freno. A fines del año 2012 bordeaba los US$ 30 mil millones, el año pasado cerró con poco más de US$ 16 mil millones, y hoy apenas bordea los US$ 11 mil millones, nivel que, al ser totalmente insuficiente para brindar cobertura externa, es uno de los que más explican la extrema debilidad de su moneda.