Pero le faltaba uno con la India, que actualmente se ubica, con sus 1,250 millones de habitantes y un PBI de US$ 2.25 billones, como la séptima economía más grande del planeta.
Afortunadamente, ese importante acuerdo ya está en camino. Así lo hicieron saber hace cuatro días, en sendos comunicados, la embajada de ese país en Lima, y también nuestro Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, que señalaron que el gabinete indio había aprobado el inicio de negociaciones con nuestro país.
Los dos países ya venían persiguiendo el acuerdo desde hace por lo menos un par de años, muestra de lo cual fue la solicitud oficial planteada por India en enero del año 2015. Con esa expresión de voluntad, entusiastamente secundada por nuestro país, ambos se abocaron a elaborar un estudio de factibilidad conjunto acerca del tema, el mismo que quedó concluido en setiembre del año pasado, determinando la conveniencia del acuerdo, y los rubros en los que cada uno de ellos podría resultar más favorecido.
En el caso peruano, el estudio determinó que los rubros más beneficiados por la apertura de ese gran mercado podrían ser, entre otros, los de exportación de confecciones, frutas, verduras y productos químicos. Las franquicias gastronómicas también podrían tener un amplio campo de expansión.
Así las cosas, ahora se llega a la instancia de las negociaciones, que se iniciarán con una reunión en el primer trimestre de este año. A ella le seguirán numerosos encuentros, en sendas mesas específicas, hasta que finalmente se alcance el esperado acuerdo global.
Se prevé que, tal como los otros TLC firmados por el Perú, éste no sólo involucre comercio de bienes, sino también de servicios, y que contemple el libre flujo de inversiones.
Entre enero y noviembre del año pasado, el Perú le exportó a la India productos por un valor total de US$ 772 millones. De ellos, sobresalieron el oro en bruto (382 millones), concentrados de cobre (297), fosfatos (61) y gas natural licuado (10).
Los productos que vienen registrando un boom en nuestras exportaciones totales, como las uvas y la quinua, aún se exportan muy modestamente a dicho mercado (US$ 810 mil y 209 mil, respectivamente). Pero se espera que en unos tres años, cuando el acuerdo esté plenamente operativo, todas las cifras mencionadas experimenten un considerable aumento.
Si bien India es un país mucho más pobre que el Perú (su PBI por habitante apenas llega a US$ 1,719, frente a los US$ 6 mil de nuestro país), posee un gran desarrollo tecnológico, lo que se refleja, por ejemplo, en su dinámica industria automotriz (de la cual ya tenemos evidencia en nuestro país), y en sectores como el informático y el farmacéutico. El Perú podría favorecerse muchísimo al acceder con mayor fluidez a esos y otros bienes y servicios de esa procedencia.
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