Como señalamos, dicho indicador, pese a sus bondades, tiene una limitación: tomado aisladamente, como un componente del promedio nacional, tiende a esconder las disparidades dentro de los países. Ello obliga a considerar el denominado IDH ajustado por Inequidad (IDHI).
El IDHI subsana dicha deficiencia del IDH, al ajustarlo por un factor de Inequidad (o Desigualdad) que refleja las disparidades existentes, no sólo para acceder a un buen ingreso, sino también a la salud y a la educación. Gracias a él se obtiene una imagen mucho más completa y fidedigna del nivel de bienestar de la población.
En condiciones de total igualdad, el IDHI es idéntico al IDH. Cuanto más desigual es la distribución de los tres elementos señalados, más bajo es el IDHI (y mayor su diferencia con el IDH).
A continuación vemos el IDHI de los países de desarrollo humano muy alto. Debido a que en la mayoría de ellos existe una muy buena distribución, tanto del ingreso como de los servicios de educación y salud, no hay mayor discrepancia frente al IDH. En Noruega, uno de los países con mejor distribución del ingreso del mundo (como lo ratifica su extraordinario Gini de 0.259), la diferencia entre ambos indicadores (es decir, la pérdida de puntuación) es de solo 5.4%.
En los países más desarrollados, el IDH y el IDHI son muy parecidos.
Sin embargo, conforme se desciende en la escala del desarrollo, la distribución, ya sea del ingreso o de los servicios de educación y salud, tiende a hacerse más deficiente. Eso provoca una creciente diferencia entre el IDH y el IDHI, como se aprecia claramente en el siguiente cuadro, correspondiente a los países de desarrollo humano alto. El Perú, por ejemplo, consigna un IDHI de 0.580, menor en 21.6% a su correspondiente IDH.
De 188 países evaluados, el nuestro es superado por más de 80. Entre los latinoamericanos de desarrollo humano alto, el Perú tiene mejor IDHI que República Dominicana (0.565), Brasil (0.561) y Colombia (0.548), pero peor que Uruguay (0.670), Costa Rica (0.628), Venezuela (0.618), Panamá (0.614), México (0.587) y Ecuador (0.587).
El IDHI peruano es 21.6% menor que su correspondiente IDH.
Según el PNUD, el Coeficiente de Inequidad Humana de nuestro país asciende a 21.3 (altísimo si se le compara con el 5.4 de Noruega, pero muy aceptable en comparación con el 44.8 de Comoras y el 43.1 de República Centroafricana, los países más inequitativos del planeta.
La mayor pérdida peruana se produce en el ámbito del ingreso, donde el IDHI (0.503) resulta 29.5% menor que el IDH simple. También existe una situación bastante deficitaria en el ámbito educativo, en el cual el IDHI (0.536) es 20.3% menor que el dato simple. La menor pérdida se registra en el campo de la salud, pues la relativamente buena esperanza de vida en nuestro país se halla bastante extendida, haciendo que el IDHI (0.724) sea sólo 14.2% menor que su par sin ajuste.
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