Una Excelente Publicidad, a Punta de Gran Sabor

De que la gastronomía peruana ya levantó vuelo y se hace cada vez más conocida y reputada a nivel internacional, no hay la menor duda.


Y es bueno e indispensable que esa grata nueva realidad sea apuntalada de diversas maneras. Por ejemplo, con las escuelas de chefs a nivel sumamente especializado, las investigaciones y nuevas publicaciones referidas a su historia, el redescubrimiento y la difusión de sus recetas tradicionales, la preocupación por la producción de ingredientes de excelente calidad o las campañas publicitarias, que nos hablan acerca de sus innegables bondades.

Muestra de esto último es el excelente comercial adjunto, de muy reciente difusión, elaborado por Marca Perú y que empleó como tema central un partido de fútbol (felizmente ganado) de la selección peruana para crear un magnifico mensaje, divertido y a la vez altamente decidor acerca de lo que se quería transmitir.

En éste, una selección peruana de chefs, valiéndose del irresistible sabor de los platos fuertes de nuestro arsenal culinario, logra que la hinchada de Uruguay, rival de nuestra selección, baje la intensidad de su aliento en la tribuna, al hallarse concentrada en la placentera degustación de varias de nuestras principales delicias. Así, gracias a su muy buen juego, pero también a esa interesante "colaboración extrafutbolística", nuestra selección logró dar vuelta al resultado y obtener un resonante triunfo, que aún la mantiene con vida en su dificilísima meta de clasificar al Mundial Rusia 2018.

Así como esa selección peruana de chefs cumplió su labor en el referido partido, se espera que la selección gastronómica peruana en general siga desarrollándose cada vez más, contribuyendo, entre otras cosas, con la generación de empleo en miles de restaurantes y sus abastecedores, la difusión de las bondades de los productos que obtienen nuestros agricultores (dando lugar a una creciente exportación de los mismos) y propiciando que el Perú resuene a nivel internacional como una plaza en la que el turismo receptivo no sólo puede brindar la contemplación de bellos paisajes y la apreciación de una rica historia y una milenaria cultura, sino también la posibilidad de disfrutar de una de las gastronomías más notables del planeta.