Esa nueva situación ha generado el despegue productor de la zona, y como consecuencia de ello la necesidad de contar, entre otras cosas, con una infraestructura de transporte adecuada. En materia vial ello ya está ocurriendo, pues la Marginal está casi totalmente asfaltada.
Pero falta la vía aérea, para la cual sólo se cuenta con un aeródromo bastante modesto, que con su pista de grava de 1,960 metros de largo por 30 de ancho y una ínfima terminal de pasajeros sólo recibe vuelos militares y de particulares, no satisfaciendo en absoluto los crecientes requerimientos de los cada vez más productivos y prósperos agricultores del referido territorio de la selva alta.
Felizmente, se están dando pasos para superar tal insuficiencia. Hace dos días, mediante la Ley 30629, promovida por el Congreso, se declaró de necesidad pública e interés nacional su ampliación y modernización. Y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) acaba de señalar que, a partir de las facultades que le otorga la norma, efectuará, en coordinación con Corpac, un diagnóstico de sus instalaciones, y luego ejecutará las obras requeridas.
La meta es que el pequeño aeródromo pase a ser un aeropuerto relevante en la zona, recibiendo vuelos comerciales e interconectándose regularmente con otras localidades de todo el país.
Ello permitirá a la zona sacar a los diversos mercados su variada producción agraria y también convertirse, gracias a su hermoso entorno natural, en un nuevo punto de atracción para el turismo.
Foto: MTC
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