En el documento se señala que los países que han emitido más bonos y otros instrumentos de deuda en los mercados internacionales en dicho período son Argentina y Brasil (ambos por más de US$ 15 mil millones) y México (por cerca de US$ 10 mil millones).
Nuestro país, en cambio, sólo los ha emitido por alrededor de US$ 1,000 millones, cifra con la que no sólo se ubica por debajo de los países mencionados, sino también de Chile y Colombia, e inclusive de otros más pequeños, como Ecuador y República Dominicana.
Y no es que esté impedido de recurrir al siempre necesario crédito externo, pues más bien puede hacerlo con más facilidad y en mejores condiciones que casi todos los países de la región, como lo demuestran sus ratings de calificación crediticia y riesgo país, los mejores del subcontinente con excepción de los de Chile. Y así lo demuestra una exitosa reciente emisión, de la cual hablaremos en otro artículo.
Lo que pasa es que aplica una política fiscal responsable. Además, por tener una economía abierta y muy amigable con la inversión privada, no deja de crecer, inclusive en épocas poco propicias. Factores como esos le permiten tener una recaudación fiscal bastante apropiada, y por ende un manejo presupuestal relativamente desahogado. Por todo ello, sólo recurre a la deuda en circunstancias puntuales, no para cubrir urgentes vacíos de corto plazo, sino para prevenir contingencias, mejorar (en el marco de una planificada estrategia financiera) el perfil de sus pasivos, o para financiar, a muy largo plazo y con bajas tasas de interés, los cuantiosos proyectos de desarrollo que necesita llevar a cabo.
Muy bien Peru, grande, si quieres hacer algo, ahorra y se prudente, la plata que se pide prestada solo full infraestrutura, ni siquiera salarios.
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