Continuando con lo que ha venido haciendo desde mayo, el Banco Central de Reserva (BCR) redujo nuevamente hoy, de 3.75% a 3.50% la fundamental tasa de interés de referencia de su política monetaria.
El BCR, al igual que los otros bancos de su tipo, efectúa su manejo monetario tratando de mantener delicados equilibrios en materia de precios, de crecimiento de la producción y de movimiento de capitales en el sector externo.
Con ello evita, por ejemplo, que un nivel demasiado bajo de la tasa de referencia genere presiones inflacionarias, que uno demasiado alto restrinja excesivamente el crédito, o que una alza o baja propicie bruscas entradas o salidas de capitales especulativos (de corto plazo).
Luego, a través de los créditos de corto plazo que otorga a las entidades financieras, induce a que el costo del dinero se acerque al nivel señalado.
Si bien es deseable mantener sin variaciones la tasa, para que los agentes económicos tengan una señal clara de estabilidad en materia del costo del dinero, en ocasiones se hace imperativo modificarla ligeramente, con el fin de contribuir a que la economía enfrente con éxito situaciones adversas. Así, cuando ésta muestra indicios de enfriamiento, el banco central suele reducir la tasa, en tanto que cuando muestra signos de recalentamiento (reflejados en una creciente inflación), más bien la incrementa.
Esta vez, teniendo en cuenta que la inflación (pese a esporádicos comportamientos alcistas de algunos productos) muestra una tendencia relativamente estable, y considerando que la actividad productiva sigue débil (en julio y agosto se habría registrado tasas de apenas 2% de crecimiento), ha decidido apuntalar un poco a esta última, con una disminución razonable, que no implica mayor distorsión en la actividad económica ni envía señales inadecuadas a los agentes económicos.
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