En el sureño y altiplánico departamento de Puno, el río San Gabán constituye un elemento decisivo de su desarrollo energético.
Eso se comenzó a poner de manifiesto en 1999, al inaugurarse (ver foto) la hidroeléctrica San Gabán II, de 110 megawatts (MW) de potencia.
A esta le seguirán otras dos. Una de ellas será San Gabán III, que al ubicarse aguas abajo de la nombrada podrá emplear sus aguas turbinadas. Esta central, que el año pasado fue concesionada a Hydro Global, demandará una inversión de US$ 438 millones. Se prevé que comience a operar a partir del año 2023, con una potencia de 206 MW, que la convertirá en la principal de la referida cuenca fluvial.
La otra será San Gabán I, inicialmente prevista para generar 150 MW. El proceso de concesión de esta central estuvo inicialmente caminando bien, pero lamentablemente luego se trabó, a tal punto que en octubre del año 2014 fue declarado caduco.
Ahora, este último proyecto ha sido reactivado. Así lo demuestra la Resolución Ministerial publicada hace dos días en el diario oficial El Peruano, que señala que ya recibió la concesión temporal para efectuar su estudio de factibilidad. Y si todo marcha de acuerdo a lo previsto, en unos cinco años podría estar operando con una potencia de 110 MW.
Foto: CESEL Ingenieros
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