martes, 7 de noviembre de 2017

La Hiperinflación del Siglo XXI

En economía, existen diversos criterios para determinar si un proceso inflacionario elevado y sin control ya se convirtió en hiperinflación o no.

Uno de ellos considera que el término puede ser empleado cuando el fenómeno ya alcanzó una tasa de 100% anual, y cuando esa situación se repite durante tres años seguidos. Otro, en cambio, prefiere reservarlo para cuando la tasa alcanza la terrible cifra de 50% mensual.

Venezuela está en hiperinflación bajo cualquiera de esos criterios.


Según el primero, lo está porque en cada uno de los años comprendidos entre el 2015 y el actual ha tenido tasas que sobrepasan largamente el 100%. Obviamente, hablamos de cifras extraoficiales, pues, como se sabe, el gobierno (consciente de la catástrofe que ha engendrado) ni siquiera publica las cifras a las que por ley está obligado.

Y según el segundo criterio, acaba de ingresar (ver aquí) a esa dramática situación, con una tasa mensual que ya supera el 50%, que se suma a otras casi igual de altas en los meses anteriores, y que, sin ninguna duda seguirá creciendo en los siguientes, habida cuenta de que el gobierno, lejos de aplicar algún programa de austeridad fiscal, sigue aumentando salarios, espoleando la espiral de precios.

Con esa hiperinflación, la más alta del mundo, y con la economía desplomándose año tras año (a tal punto que hoy produce lo mismo que hace veinte años), queda confirmado el total desastre perpetrado por el infame proceso chavista, el del "Socialismo del Siglo XXI", la "Revolución Bolivariana" y el "Bolívar Fuerte". Un nefasto proceso que no sólo no corrigió los problemas heredados, sino los agravó, empobreciendo a la población en una forma pocas veces vista en el mundo y llevándola a fugar a cualquier parte (inclusive a países anteriormente mucho más pobres), huyendo de la inseguridad, la escasez, el desempleo y el hambre.

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