Cuidado del medio ambiente (por el empleo de electricidad como fuerza motriz, en lugar de gasolina o petróleo), rapidez (debido a que se desplaza por un viaducto elevado libre de interferencias) y mayor seguridad (al ser parte de una concesión formal y estar dotado de equipamiento que así lo permite).
A eso se añaden el orden (visible en sus estaciones), eficiencia (pues reemplaza a miles de unidades viejas y pequeñas que congestionaban las calles), puntualidad y menor costo de la tarifa (en relación a lo que actualmente se paga por distancias como las que cubre).
Y también se le sumará la comodidad, perdida en los últimos años (debido a una oferta de trenes que fue desbordada por una demanda en sostenido crecimiento), pero que pronto será recuperada con la duplicación del tamaño de la flota.
Esas son algunas de las innegables ventajas que ofrece el Metro, el sistema de transporte más importante de cualquier ciudad de gran tamaño, y que en Lima, felizmente, se viene consolidando, tanto con su primera línea, plenamente operativa en sus 34 kilómetros de largo, como con la segunda, que se halla en plena construcción.
Y cuando empiezan la extensión hasta Lurín hay mucha gente esperando lo dicho por el ministro Giuffra y esperemos que no quede en simple palabrería. A veces los políticos hablan por demás solo por darle gusto al auditorio y estas promesas no cumplidas desacreditan a la toda la clase política, no ven que el pueblo es como un niño que escucha ávido la promesa y ofrecimiento de un padre y sufre tal decepción si este no es realizado.
ResponderEliminar