Los distritos-balnearios ubicados al sur de Lima tienen el privilegio de poder disfrutar a plenitud de nuestro extenso y bello mar.
Pero simultáneamente padecen el grave problema de la falta de agua potable por red pública, lo que los lleva a depender de camiones repartidores, con todo lo que eso conlleva en cuanto a calidad, incomodidad de obtención y costo.
Y es que las varias decenas de kilómetros que tendrían que recorrer las redes de agua desde Lima y las escasas poblaciones de dichas localidades, en muchos casos presentes únicamente durante el verano, han conspirado contra la posibilidad de concretar proyectos al respecto.
Pero ahora por fin se está dando un paso que solucionará el problema.
Ello ocurrirá gracias a la primera planta desalinizadora que el país construirá exclusivamente con fines de consumo humano (pues ya hay otras que sirven a la industria, la minería y las plantas termoeléctricas).
Esta, que se ubicará en el distrito de Santa María, captará el agua de mar a 500 metros de la costa, y luego de someterla a un riguroso tratamiento la dejará convertida en agua potable, lista para ser distribuida por la red domiciliaria que también se construirá.
El proyecto, que atenderá a los distritos de Punta Hermosa, Punta Negra, San Bartolo y Santa María, y que demandará una inversión de 308 millones de soles (unos US$ 95 millones), también incluirá una planta de tratamiento de aguas residuales, las mismas que, ya sin agentes contaminantes, serán empleadas en el riego de áreas verdes o devueltas al mar a través de un emisor, a dos kilómetros de la costa. La concesión está a cargo de la empresa española Tedagua, que deberá tener lista la obra a fines del año 2019.
Y hay planes para construir otras diecinueve plantas en otras localidades costeñas. Nuestro país hace bien en comenzar a aplicar intensamente esta tecnología, que en el futuro seguramente deberá estar presente en proyectos mucho más grandes, si el calentamiento global que afecta a nuestro planeta llegara a afectar gravemente el caudal de los ríos que actualmente abastecen del vital elemento a nuestras ciudades.
Fotos: Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento
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