Confirmando que la ansiada reactivación tampoco llegó (tal como se había previsto) en el último trimestre, el producto bruto interno (PBI) sólo avanzó muy modestamente en noviembre.
En efecto, apenas se incrementó 1.78% frente a similar mes del año anterior, con lo cual acumuló una expansión de 2.38% en el período enero-noviembre y de 2.47% en los últimos doce meses. Asimismo, logró cien meses de avance ininterrumpido.
Así lo dio a conocer hoy, mediante un Informe Técnico, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
En noviembre, la demanda externa contribuyó con la actividad productiva, pues las exportaciones aumentaron 12.7% en términos reales (las tradicionales lo hicieron 14.3% y las no tradicionales 8.7%).
Sectorialmente, los mejores desempeños estuvieron a cargo de Telecomunicaciones y Otros Servicios de Información y Construcción, que crecieron 6.95% y 5.33%, respectivamente.
Contrariamente, la Pesca cayó un considerable 45.64%, y con ello arrastró al sector más importante, la Manufactura (-6.58%), cuyo subsector Fabril Primario decreció 17.05%, afectado por la falta de insumo para su actividad harinera y aceitera. El subsector Fabril No Primario también decreció, aunque sólo 2.83%.
La Minería e Hidrocarburos se expandió 3.62%, el muy importante Comercio 1.74% y el sector Agropecuario 0.89%.
Con lo reseñado, el aporte sectorial al PBI en lo que va del año es este:
Como se observa, Otros Servicios hace la mayor contribución, pues aporta 0.47 de los 2.38 puntos logrados por el indicador global. Le siguen Minería e Hidrocarburos con 0.39, Telecomunicaciones y Otros Servicios de Información con 0.37 y Derechos de Importación y Otros Impuestos a los Productos con 0.35.
La Manufactura, y Electricidad, Gas y Agua son los sectores de menos aporte, cada uno con sólo 0.02 puntos del total.
La magra cifra de noviembre, que demuestra que la actividad productiva no despega, permite entender por qué el BCR decidió continuar reduciendo su tasa de referencia, aprovechando que la inflación llegó a un nivel mínimo. Faltando sólo el dato de diciembre, está claro que el PBI cerrará el año con uno de sus peores desempeños anuales de la presente década, sólo comparable al del año 2014 (2.4%). Los casos de corrupción que ralentizaron o paralizaron varios proyectos fundamentales, el abundante ruido político interno, los desastres naturales (cuyo efecto no fue adecuadamente contrarrestado por la esperada labor de reconstrucción) y los desaciertos del gobierno impidieron que el año fuera el esperado en materia de producción.
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