Fin de un Capítulo, Inicio de Otro

Con un corto mensaje en el que no reconoció sus errores ni pidió ninguna disculpa, el presidente Kuczynski presentó hoy su carta de renuncia al alto cargo para el que había sido elegido el año 2016.


Ya no hay mucho que decir al respecto, pues los analistas políticos y los constitucionalistas han expresado, con la versación que poseen en el tema, sus puntos de vista. Sólo queda mostrar satisfacción porque al parecer el traspaso del poder se hará sin mayores traumas, de acuerdo al procedimiento previsto en la Constitución.

Eso significa que, luego de aceptar mañana la renuncia de Kuczynski (desechando la propuesta de vacarlo), el viernes se le conferirá el mando al vicepresidente Vizcarra, para que se encargue de conducir los destinos del país durante los todavía tres largos años y cuatro meses que restan hasta julio del 2021.

Con esa transición ordenada, el país habrá resuelto de una forma democrática el grave problema de gobernabilidad que padeció en los últimos tiempos, y podrá restablecer el clima de tranquilidad que todos los peruanos necesitamos para llevar a cabo nuestras actividades económicas y de toda índole.

Obviamente, eso requerirá que la oposición deje de lado la actitud intransigente y confrontacional que la caracterizó en estos casi dos años de gobierno del mandatario saliente. Si eso ocurre, el país, ayudado por un panorama internacional que se muestra sumamente favorable, y bajo el mando de un presidente que se muestre firme en sus decisiones y honesto en su forma de actuar, podrá recuperar su normalidad política y su dinamismo económico, y dejar atrás, más rápido de lo pensado, este ingrato momento.