Efectivamente, eso es lo que reza la publicidad emitida hoy por Lamsac, empresa concesionaria de la nueva vía expresa Línea Amarilla y subsidiaria de la empresa francesa Vinci Highways.
Como se aprecia en el mapa, ese túnel, que tiene 1.6 kilómetros de largo y pasa bajo el río Rímac, se ubica en la zona intermedia (en las cercanías del Palacio de Gobierno) del megaproyecto que unirá la zona este de Lima con sus zonas norte y oeste.
La denominación mencionada en el título de este artículo se debe a su moderno equipamiento (de iluminación, señalética, perifoneo, video vigilancia, contra incendios, etc), que al estar permanentemente monitoreado desde un centro de control computarizado permitirá brindar respuestas inmediatas ante cualquier eventualidad.
Como se sabe, el proyecto también incluye diez imponentes viaductos y nueve kilómetros de nuevas pistas, que permitirán mejorar la circulación vehicular por las zonas en referencia.
Ese gran túnel y esa gran obra vial, ya terminados, se hallan en la cuenta regresiva para su entrada en operación, por lo que se espera que en cualquier momento haya gratas novedades al respecto.
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