Las cifras recientemente publicadas por el FMI en su último World Economic Outlook nos permiten seguir analizando la situación del Perú y de los demás países de la región latinoamericana y del mundo.
En este caso las aprovecharemos para hacer lo que ya hemos venido haciendo en los últimos años: comparar nuestra situación en materia de ingresos por habitante con la del país líder latinoamericano.
El indicador elegido para tal efecto es el PBI PPA per cápita, que revela la parte del producto bruto interno que en promedio le corresponde a cada habitante de un país, teniendo en cuenta la capacidad adquisitiva de dicho ingreso, es decir lo que realmente puede comprar con él dentro de su territorio, y compararla con lo que puede comprar el habitante de cualquier otro país en su respectivo espacio.
La información nos dice que el año 1980 el dato peruano (de 3,105 dólares internacionales corrientes) equivalía al 39.6% del dato de Venezuela, que por entonces era el país de más alto ingreso por habitante de la región. En 1992, el porcentaje bajó a casi 31%, por efecto del heterodoxo, desastroso e hiperinflacionario primer gobierno de Alan García, que obligó a aplicar el tremendo shock de 1990.
Felizmente, la notable estabilización de la economía lograda con dicho evento, y la puesta en marcha de un formidable programa de reformas económicas que enrumbaron al país, permitieron una sostenida mejora de nuestro PBI, y con ello del porcentaje aquí evaluado.
Por eso este ha ido aumentando, de la mano de una economía que no ha dejado de crecer, muy fuertemente en las épocas de bonanza internacional y aceptablemente en aquellas no tan propicias. Como resultas de ello, nuestro porcentaje de comparación con el líder latinoamericano (hoy representado por Panamá) se sitúa en casi 53%.
El cuadro también permite observar los diferentes líderes que ha tenido la región en la materia en estos treinta y siete años: primero Venezuela por casi veinte, luego Argentina por cortos dos, México por cuatro, posteriormente Chile por más de una década y finalmente Panamá. Este último país se acaba de encumbrar, gracias a una altísima y sostenida tasa de crecimiento, que seguramente se mantendrá, dado que su modelo es altamente receptivo a la inversión privada.
La tragedia de Venezuela se refleja claramente en este tema: tras haber más que duplicado inicialmente al peruano, su PBI PPA per cápita se halla hoy por detrás del nuestro, pues apenas llega a 12,113 dólares internacionales corrientes.
Osea con Alan 1 y su hiperinflacion(a lo Venezuela), tabamos rankeando mejor que con los 5 lustros de apertura economica?
ResponderEliminarNo puede ser que estemos asi, como sea tienen que crear un ente nuevo o darle fuerza a Indecopi para romper monopolios u oligopolios como en las prensa, farmacias, asi como hay en singapur, USA, Canada, esos conglomerados no existirian en capitalismo de verdad, competencia feroz, y creatividad al maximo, eso crea mucho mas riqueza que la finta feudal de los conglomerados peruanos...
A Alan García de los 80 no se le puede atribuir los buenos ratios de 44% o 45% de su gobierno, pues estos fueron simplemente el resultado de una economía creciendo artificialmente a punta de un gasto desenfrenado que poco después propició el colapso. Los ratios que hay que atribuirle son los de inicios de los años 90 (31% o 32%), pues esos fueron la consecuencia del tremendo shock que hubo que aplicar para solucionar los gravísimos desequilibrios dejados por su catastrófico gobierno.
EliminarDe allí en adelante, y gracias al modelo de libre mercado y apertura, la mejora ha sido sostenida, y por eso hoy se tiene un ratio muy superior al de inicios de los años 80.
El problema para que el Perú siga creciendo en esta tabla es que Panamá, que viene creciendo espectacularmente desde hace muchos años, acaba de encumbrarse como líder latinoamericano, y dado que mantiene su gran dinamismo, hace difícil nuestra pretensión de seguir mejorando el ratio.
Pero no hay duda de que nuestro país seguirá mejorando en comparación con el anterior líder Chile (el ratio del 2017 subió a 54.3) y con el promedio latinoamericano (pues nuestra economía crece más, tiene menor inflación y una de las monedas más sólidas).