Por fin, y tras un largo proceso constructivo no exento de problemas y cuestionamientos, el gran proyecto Línea Amarilla entró en operación.
Gracias a ello, la ciudad de Lima ya cuenta con otra importantísima vía expresa, que con sus nueve kilómetros de pistas nuevas, trece viaductos y un paso a desnivel, y sobre todo con su imponente y muy bien equipado túnel inteligente debajo del río Rímac, contribuirá a hacer mucho más fluido el tránsito diario de decenas de miles de vehículos entre la zona este de la capital y sus zonas oeste y norte.
Para circular por la flamante infraestructura está contemplado el pago de un peaje de S/ 5.30, que se podrá llevar a cabo de manera electrónica en las estaciones ubicadas a ambos extremos del túnel.
Dicho pago permitirá un gran ahorro de tiempo, derivado de poder movilizarse rápidamente por una zona del centro de la capital en la que diariamente miles de vehículos tienen grandes problemas al respecto.
Es que la Vía de Evitamiento, que data de los años 70, es allí la única arteria de interconexión entre sus zonas este, oeste y noroeste. Y como hace mucho tiempo vio rebasada su capacidad sin que hubiera otra alternativa en la materia, fue indispensable construir una obra como la aquí mencionada.
El pago también permitirá reponer la cuantiosa inversión de S/ 2,500 millones (US$ 765 millones al tipo de cambio actual) desembolsada por la empresa concesionaria Vinci Highways, asegurar que la obra tenga un adecuado mantenimiento y, lógicamente, otorgar una rentabilidad adecuada, fundamental para promover las grandes inversiones privadas que la ciudad y todo el país requieren.
Como se aprecia en las imágenes, por la nueva infraestructura también circularán los buses del flamante Corredor Panamericana (Corredor Amarillo), que al emplearla para cubrir su ruta entre los distritos de Surco y San Martín de Porres estarán extendiendo los beneficios de esta a los miles de usuarios del transporte público limeño.
Foto: Municipalidad de Lima
No hay comentarios:
Publicar un comentario