El producto bruto interno (PBI) volvió a mostrar un excelente resultado en el mes de mayo, tal como ya lo había hecho en abril.
En efecto, creció nada menos que 6.43%, acumulando una expansión de 4.83% en lo que va del año y una de 3.55% en los últimos doce meses. A la vez, alcanzó 106 meses de avance ininterrumpido. Así lo dio a conocer hoy, mediante un Informe Técnico, el INEI.
Tanto la demanda externa como la interna contribuyeron con el buen dato. En el primer caso, ello se reflejó en el crecimiento de 5.5% de las exportaciones reales, gracias a que las no tradicionales aumentaron 27.4% y pese a que las tradicionales disminuyeron 1.4%.
Todos los sectores crecieron. Los más destacados fueron Pesca (26.74%), Agropecuario (14.79%) y Manufactura (10.50%). Este último lo hizo por tercer mes consecutivo, de la mano de la gran captura pesquera, que le proporcionó abundante materia prima a sus ramas productoras de harina y aceite. El subsector Fabril Primario se expandió 20.35%, en tanto que el Fabril No Primario lo hizo en 5.67%.
La Construcción también avanzó fuertemente (9.92%), apuntalada por la recuperación de la inversión pública y privada, en tanto que el muy importante Comercio lo hizo a la nada desdeñable tasa de 3.28%.
Así las cosas, los sectores que más vienen aportando al avance son la Manufactura (0.84 de los 4.83 puntos acumulados hasta mayo por el PBI), Otros Servicios (0.55) y Agropecuario.
Como se observa, no hay ni un solo sector que esté frenando el avance.
Sin duda, el muy buen dato reseñado así como el igualmente alentador que se prevé para junio llevarán a los analistas a elevar sus tasas estimadas para el año, que hasta ahora se situaban entre el 3.5% y el 4%. La forma en que se vienen moviendo el consumo y la inversión permite ser optimistas, pero habrá que ver cómo se presentan los panoramas interno y externo, en los cuales hay señales preocupantes, que podrían afectar la confianza de los agentes económicos.
En el primero de ellos resalta el ruido político que se ha instaurado a raíz de los escándalos de corrupción en el Poder Judicial, que podrían desembocar (de involucrar a los principales personajes del gobierno) en una muy seria crisis de gobernabilidad. En el segundo, por su parte, está sobre el tapete la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que ya ha comenzado a debilitar los precios de las materias primas y por ende no conviene en absoluto que se prolongue.
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