La Posición Correcta acerca de Venezuela

Nuevamente, el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, efectuó hace unos días un dramático llamado en pro de solucionar el grave problema político de Venezuela.


Lo hizo instando a la comunidad internacional a tomar medidas urgentes y drásticas, que permitan que el país caribeño se libre de la nefasta dictadura que lo asola y retorne a la senda de la democracia. En ese marco de cosas, unos días después no descartó la intervención militar.


Es totalmente pertinente el llamado, dado que en ese país ya se han agotado todas las vías que perseguían ese fin, desde las llevadas a cabo por los diversos sectores políticos y la población en general, en múltiples pedidos, reclamos y marchas multitudinarias, hasta las de la mayoría de países democráticos de la región y otras partes del mundo.

Todas ellas han sido sistemáticamente ignoradas por la dictadura, que, no conforme con haber destrozado la democracia, la institucionalidad y la economía del país, y de haber sumido en la miseria a la inmensa mayoría de la población, obligándola a huir a otros países para no morir de hambre, ha dejado claramente establecido que no tiene la menor intención de abandonar el poder, sino más bien seguir aferrada a este. En ese trance, ha asesinado a más de un centenar de personas.

Lamentablemente, una de las instancias diplomáticas que ha venido liderando los esfuerzos diplomáticos contra la tiranía, el Grupo de Lima, ha decidido seguir apelando a llamados al diálogo y a soluciones pacíficas y negociadas que sin duda serán ignorados. Con ello, lejos de apuntalar la firme y correcta posición de Almagro, la desautoriza y debilita, acorde con los intereses de la dictadura, cuya estrategia desde siempre ha sido la de alargar todos los plazos y deshonrar todos los compromisos, mientras se sigue atornillando al poder.