Institucionalidad: lo que Nos Impide Igualar a Chile

En materia de calificación crediticia, el Perú ocupa un lugar destacado en el ámbito latinoamericano, pues se halla bien adentrado en el prestigioso grado de inversión y sólo es superado por Chile.

En efecto, en opinión de las tres principales agencias mundiales del rubro: Standard & Poor's (S&P), Fitch y Moody's, nuestro país todavía se encuentra rezagado varios escalones respecto de su vecino del sur.

En el ranking de esta última se halla, como lo muestra el gráfico que abre la nota (y del que trataremos más adelante), en el nivel A3, mientras Chile se halla dos más arriba, en el A1.

Según el vicepresidente de esta agencia, ello no ocurre por carencias o deficiente gestión en el aspecto macroeconómico o fiscal, pues analizando este tipo de cifras el Perú también debería estar en la categoría A1, por tener indicadores tan sólidos y de tanta calidad como los chilenos. La baja carga de la deuda y la baja inflación son dos ejemplos.

La gran diferencia entre ambos países está en el plano institucional. Ese factor, que hoy figura en la palestra con los sonados casos de corrupción, y que de diversas maneras termina perjudicando las perspectivas de la economía, es el que impide que nuestro país mejore su reputación crediticia y acceda al financiamiento y a la gran inversión internacional de la manera tan fluida como lo hace Chile. He allí una de las mayores tareas que tenemos pendientes.