El indicador denominado riesgo-país mide la probabilidad de que un país incumpla el pago de su deuda. Tal evaluación se deriva de su situación y desempeño fiscal, macroeconómico, externo y también político, pues esos factores definen sus perspectivas de captar inversiones, crecer, mejorar sus ingresos y por ende incrementar su capacidad de pago.
Existen diversas herramientas para medirlo, siendo una de las más empleadas el EMBIG (Emerging Market Bond Index Global o Índice Global de Bonos de Mercados Emergentes) o EMBI+. Este toma en cuenta la diferencia de rendimiento entre los bonos en dólares emitidos por el país en evaluación y los del Tesoro de Estados Unidos (considerados los más seguros del mundo). A más diferencia, mayor nivel de riesgo.
Al cierre del año 2018, el nivel promedio de riesgo latinoamericano fue de 460 puntos básicos (pbs, 4.60 puntos porcentuales).
Pero Chile, el Perú y Panamá mostraron cifras mucho más favorables y casi idénticas, que reflejan sus buenos manejos macroeconómicos y les han llevado a gozar de una buena reputación financiera internacional.
Uruguay, Colombia y Brasil se hallan en un segundo grupo, con datos algo más débiles, y luego figuran México (antes entre los países menos riesgosos, pero actualmente muy rezagado debido a las incertidumbres que genera su nuevo gobierno) y República Dominicana.
Ecuador, con la herencia de un gobierno que lo indispuso fuertemente con la comunidad financiera internacional, figura entre los últimos de la lista, tal como también ocurre con Argentina, que en el último mes incrementó más de cien pbs su riesgo, acorde con el incremento de la incertidumbre acerca de su capacidad de pago en el 2019 y de cara a las elecciones presidenciales de octubre del próximo año.
Bajo el desastroso régimen chavista, el riesgo de Venezuela subió cerca de 700 pbs en diciembre, y cerró el año muy cerca de los 7 mil.
Con todo y las lagrimas de Macri, 2 recesiones al hilo, y ya no hay Cristina pa hecharle el pato de sus errores propios.
ResponderEliminarArgentina termina el año en recesión, la segunda en el mandato de Macri
https://youtu.be/WWROIZvO8lk
Saludos
Macri es culpable de no haber aplicado a tiempo el ajuste ortodoxo y las reformas radicales de libre mercado que el país necesitaba, cosas que recién está haciendo en el último tramo de su gobierno. Pero Cristina es culpable de algo mucho peor: haber llevado al país a la heterodoxia estatista, controlista, proteccionista, mercantilista y demagógica que llevó la inflación de menos del 5% anual a más del 35% (y luego a disfrazarla con delincuencial maquillaje tras haber intervenido el INDEC), a destrozar la autonomía del banco central, a llevar al piso el valor del peso (a tal punto que proliferó el mercado "blue" o libre con un tipo de cambio abismalmente distinto al embustero tipo oficial), a que las reservas se fueran a pique, a incrementar la pobreza (cuyo dato luego fue mentirosamente manipulado por el intervenido INDEC), a pelear con la comunidad financiera internacional, destrozar la calificación crediticia y llevar a las nubes el riesgo (lo que dejó sin crédito al país y con una ínfima inversión extranjera), a asaltar las AFJP, y, en fin, a no crecer nada en los últimos cinco años de ese gobierno nefasto, cuya cabeza, Cristina, amiga de Chávez y Maduro, está acusada de graves casos de corrupción.
ResponderEliminarMacri, con todas sus torpezas y errores, está tratando de sacar al país de ese camino heterodoxo que lo conducía al desastre, y llevarlo por uno mucho más sano, abierto y competitivo. La recesión actual no es producto, como en los gobiernos de los Kirchner, del desmanejo macroeconómico que desincentivó la inversión privada y le quitó perspectivas al país, sino del ajuste que se viene llevando a cabo para eliminar absurdos subsidios y otras distorsiones, y de la rígida política monetaria puesta en marcha en septiembre. Gracias a ambas acciones la inflación mensual ya se encuentra en rápida caída, haciendo ver que el país se comienza a librar, sin maquillajes ni distorsiones, de uno de sus problemas más graves, y podrá tener un crecimiento sostenido.
No se puede comparar a un gobierno que se solazaba de su nefasta heterodoxia con otro que, pese a sus errores, está haciendo esfuerzos por salir de ese camino desastroso.
Cuando se puede hablar de Macri responsable de sus actos? en que momento?
EliminarCuando se puede decir que Macri esta gobernando por si mismo?
SI Argentina estuviera creciendo al 6% ahora, tu de hecho dirias que gracias a sus acciones Argentina es modelo.
TU tienes la costumbre interesante de culpar al resto de los errores de uno mismo, y agarrarte los aciertos de otros como propios.
Me gustaria saber cuando se le puede juzgar a Macri por sus acciones de gobierno? Cuanto tiempo es la tregua?
No hay necesidad de esperar a nada ni de establecer ninguna tregua. Ahora mismo se puede decir que Macri es responsable de sus actos, tal como lo acabamos de hacer en el comentario anterior y tal como lo hemos hecho siempre. Él debió haber ejecutado desde hace mucho tiempo el ajuste ortodoxo que Argentina requería, pero prefirió el tonto gradualismo, y ahora el país sufre las consecuencias de esa torpeza. Por eso sigue en recesión, cuando ya podría estar en plena recuperación si hubiera ejecutado un ajuste radical y profundas reformas de liberalización. Allí está la culpa de Macri: haber perdido el tiempo por haber sido timorato, y haber generado otras distorsiones y desequilibrios (por ejemplo elevado la deuda) a partir de la ambigüedad de su política económica. Ese es un juicio real y actual de su mediocre gobierno, sin tener que esperar a nada y sin buscar ningún pretexto ni disculpa.
EliminarA Argentina sólo la elogiaremos cuando crezca 6% con una inflación tan baja como la chilena o la peruana, señal de que se convirtió en un país ortodoxo. Por ahora está muy lejos de eso, pues apenas está intentando zafarse de la terrible herencia heterodoxa.
Y en este blog no culpamos a nadie de los errores de otro. Acabamos de señalar los errores de Macri, pero no por eso dejaremos de señalar el desastre heterodoxo de los Kirchner y la pesada carga que eso significó para un gobierno que tenía toda la intención de zafarse de esa desgracia de política pero lamentablemente no tuvo la claridad de ideas ni el temple necesarios para ello. Lo que se debió haber hecho hace mucho tiempo recién se está haciendo a última hora.
Pese a todo, el gobierno de Macri, con todo lo mediocre que ha resultado, no se compara en absoluto con los de los Kirchner, pues mientras estos últimos desbarrancaron al país en un modelo económico desastroso que generó inflación, recesión, pérdida de reservas, empobrecimiento, gran depreciación de la moneda, baja inversión privada, total desconfianza de la comunidad financiera internacional y corrupción, el primero lo está sacando (bastante torpemente, hay que decirlo) de ese marasmo, para llevarlo por el camino de los países que sí tuvieron éxito económico.
El día en q los argentinos se quiten el chip del peronismo q se les metió en los 50s, acostumbrándolos a las dádivas y subsidios...ese día la Argentina dejará de andar de tumbo en tumbo.
ResponderEliminarExacto, de acuerdo, no olvidar que los Kishners eran Peronistas, y hasta Macri parece Peronista. El Peronismo es un mostro del millon ed cabezas, es de arriba, de abajo, de izquierda, de derecha, pa todos los gustos.
EliminarAsi es, la administracion de macri preferia cortarse los brazos antes que cortar el excesivo gasto populista/peronista de programas sociales, alla se da el pescado pero no se les enseña a pescar, conviene vivir de bonos y subsidios que trabajar duro, por eso no generan mas riqueza y la que se genera se la roban con la inmensa corrupcion de un estado burocratico y gigante, o se envia rapidamente a paraisos fiscales.
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