El sistema financiero, que en nuestro país está conformado por los bancos, las financieras, las cajas municipales y las cajas rurales, es, sin la menor duda, uno de los pilares del sistema económico.
Es que cuando está bien manejado ayuda a canalizar de una manera muy adecuada y eficiente los recursos prestables, desde los agentes económicos superavitarios a los deficitarios. En cambio, cuando actúa de manera cuestionable en tal función puede generar graves crisis.
En nuestro país, felizmente, existe un sistema financiero que contribuye en ese aspecto, y que por su buen desempeño se halla en una sólida posición, ofreciendo la estabilidad requerida en tan vital rubro. Eso se pone de manifiesto en este interesante gráfico elaborado por el BCR.
En él se aprecia las que se considera cinco principales fortalezas en el negocio: liquidez, rentabilidad, suficiencia de capital, calidad de activos y eficiencia operativa.
Cuanto más cerca del centro se hallan dichos indicadores, más fuerte se considera al sistema financiero. Como se observa, si bien a septiembre del presente año se ha desmejorado ligeramente frente a lo de un año antes, sigue existiendo, en conjunto, una situación de mucha solidez, con posiciones más cercanas al centro que a los extremos.
Las mayores fortalezas ocurren en los aspectos de suficiencia de capital, rentabilidad y eficiencia operativa. Las mayores debilidades, por su parte, se hallan en los de liquidez y calidad de activos, pero a niveles sumamente manejables, y que seguramente la reactivación económica que se espera en la última parte del año y en el siguiente permitirá dejar atrás.
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