Las reservas internacionales netas (RIN), dadas por el diferencial entre los activos y los pasivos internacionales de corto plazo de los países, constituyen su respaldo de liquidez internacional para afrontar sus contingencias más urgentes. Por tal razón, deben procurar tenerlas en un nivel adecuado.
Como lo señalan los datos que presentamos a continuación, obtenidos de las páginas web de los respectivos bancos centrales, casi todos los países de la región lograron incrementarlas en el año 2018 frente al 2017. Ello ocurrió de la mano de la evolución de los diversos flujos del sector externo: comerciales y de servicios, inversión extranjera, remesas y otros factores que inciden en la balanza de pagos, cuyo saldo se traduce en la variación de las reservas.
Brasil es el indiscutible líder en la materia, seguido de México y Argentina, país este que las incrementó notoriamente frente al año previo, como parte de una política que busca ordenar su economía.
Luego se ubica el Perú, que, pese a haber reducido su monto frente al del año 2017, continúa siendo el país más solvente en la materia, pues su ratio RIN/PBI alcanza un insuperable 27%. Ese considerable monto equivale a nada menos que quince meses de importaciones.
Los países que vieron disminuir este importante indicador fueron Uruguay, Bolivia, Venezuela, Paraguay, Ecuador y Nicaragua.
El caso más crítico es el de Venezuela, cuyo mínimo monto (cinco veces menor que el de diez años atrás) no llega ni al 9% de su PBI (inclusive considerando el ínfimo PBI de US$ 96 mil millones estimado por el FMI).
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