La razón para recurrir a un índice como el referido es la siguiente: en economía, para que la comparación entre diversos datos de uno y otro país sea válida, y no esté sujeta a las fluctuaciones de variables tan volátiles y discrecionales como el tipo de cambio, se apela a la teoría de la paridad del poder adquisitivo. Esta se basa en un dólar cuyo valor no varía de un país a otro, y por lo tanto puede comprar una misma canasta de productos (idénticos) en cualquier parte del mundo.
Simplificando al máximo, y para aplicar dicha teoría al tema cambiario, The Economist emplea una canasta de referencia compuesta por un único producto: la muy conocida hamburguesa Big Mac. La eligió porque se vende en unos 120 países del mundo, y porque en todos ellos emplea métodos de preparación e ingredientes casi idénticos. Por lo tanto, es un bien prácticamente igual, con un costo que también debería serlo. De esa manera, si su precio en Estados Unidos es de US$ 5.58, también debería serlo en todas partes. Si en un país cuesta más, significa que su moneda está sobrevalorada; en tanto que si cuesta menos, está infravalorada.
Eso se constata claramente (ver cuadro de la izquierda) en los casos de Suiza y Rusia. En el primer país, la Big Mac cuesta US$ 6.63 (SFr 6.50), revelando una sobrevaloración de 18.7% del franco suizo. En el segundo, en cambio, apenas cuesta US$ 1.65 (₽ 110.17) , indicando que su moneda, el rublo, tiene un valor 70.4% más bajo del que le corresponde.
Para averiguar la paridad en dólares, basta convertir el precio en la moneda nacional de cada país por el precio en dólares que la hamburguesa tiene en Estados Unidos.
Según el Big Mac Index, el Sol ha estado infravaluado todo este siglo
El mismo resultado se obtiene comparando el precio de venta en dólares de la hamburguesa en nuestro país con el vigente en Estados Unidos. Aquí, el precio de una Big Mac el día de la encuesta (10.50 nuevos soles) equivalía, al tipo de cambio de 3.35 soles por dólar, a 3.13 dólares. Dado que en Estados Unidos la misma hamburguesa costaba 5.58 dólares, significa que nuestra moneda está subvaluada (respecto de su nivel real) en 43.8% ((3.13/5.58)-1).
Ello implicaría que nuestra moneda aún tendría margen para elevar su valor frente al dólar, buscando su precio de equilibrio, que, según The Economist, se hallaba (a la fecha del estudio) en 1.88 soles por dólar.
Si bien lo explicado luce interesante y atendible desde el punto de vista teórico, dista bastante de lo que viene aconteciendo en el mercado cambiario, pues nuestra moneda (al igual que muchas otras del mundo) registra frente al dólar un valor bastante menor del que aquí se sugiere.
De los países considerados en el estudio, Rusia y Ucrania son los que poseen las monedas más infravaloradas (70.4% y 65.2%, respectivamente), teniendo, por ende, una amplia capacidad para revaluarlas. Pero, sin duda, el caso más saltante es el de China, que por ser una enorme potencia económica y comercial, afecta con sus políticas a un gran número de países. Eso es lo que ocurre con su moneda, el yuan, que al estar subvaluada nada menos que 45.3%, dificulta las exportaciones provenientes del resto del mundo. De los países latinoamericanos considerados en el estudio, Argentina es el de mayor infravaloración de su moneda (64.1%).
Contrariamente, Suiza y Noruega tienen las monedas más sobrevaluadas (18.7% y 5.0%).
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